Breve inventario de cuando la VIDA regala (II)
Te regalo el despertar por la mañana y pensar qué estará haciendo, sonreír pensando en su sonrisa y ansiando, sin realmente querer ver cumplida tu ansia, que al posar tu mano a tu lado sea su vientre donde se pose.
Te regalo las horas que hablarás con ella viéndola más desnuda de lo que nadie puede verla, descubriendo las cicatrices que se grabaron en sus huesos, esas que nadie alcanza a ver cuando pueden hacer lo que tú no puedes: mirar sus ojos.
Te regalo el miedo y las dudas, el deseo y la angustia, la sinrazón y la oscuridad que sentirás cuando sientas que sientes algo que no encaja, porque, tal vez, no tenga sentido.
Te regalo los sentimientos que deseabas padecer, la pasión y las mariposas estomacales que echabas de menos, esos que sacan de ti las hermosas palabras que te gusta decir y que sólo encuentras escondidas entre los sentimientos que renacen gracias a sus risas.
Te regalo las lágrimas que te visitarán cuando acudas en su búsqueda y la encuentres, y satisfaga la necesidad de sentirte importante, así como la de regalar lágrimas de satisfacción cuando ella encuentre en ti la importancia que necesita.
Te regalo el gozo de soñar juntos, de imaginar que la amas y, especialmente para ti, que ella te ama, y la calma de saber que sólo es un sueño, esa calma necesaria para adormercer a la desazón que surge tras este sueño.
Te regalo el deseo de un tacto inexistente, el más hermoso de los tactos precisamente porque no estás, ese que no estropeará la realidad porque existe con la fuerza de tu mente.
Te regalo toda la insatisfacción de un abrazo que no llega, de un beso que no encuentra labios en los que estamparse, de una caricia estérilmente colgada de tus manos, porque tu corazón rejuvenecerá gracias a pasar hambre.
Te regalo la tranquilidad y la explicación de una necesidad compartida que se cubre cuando vives con ella, sin estar, como no se cubría hace tiempo viviendo con ella, y estando.
Etiquetas: A CAMBIO DE LA INMORTALIDAD SIRENAICA, MAR DE FONDO