Letras de un labio
Un leve aleteo que roza los labios
buscando con la lengua la cintura en ellos.
Suave, húmedo como el cielo,
como el sol a través de las gotas de lluvia.
Repasar los labios que conoce, por fuera y hacia dentro,
en un lento desprendimiento de calor,
en un afán de posesión de un calor distinto.
Entra la lengua tímida,
despacio, pero segura y triunfante,
paseando por los dientes que arden quemando la luna,
que no se atreven a morder porque desean
seguir ansiando hacerlo,
mimando otra lengua y otro paladar
que respiran, y se hunden, y tiemblan
como la luz de las estrellas que no ven sus ojos,
pero que sienten sus venas y su carne.
Es como desembocar en esa otra boca
porque tiene que ser así y no puede evitarse,
porque el río siempre termina hundiéndose en el mar,
y sus salivas se confunden porque sólo hay una.
Pasar el tiempo, dejarlo pasar poco a poco,
disfrutar del deseo de lo que se sabe llegará,
y gozar del sabor de los segundos que
estremecen la piel
y empañan el aire de cristal que, en su quietud
vibra en sus bocas.
Y cuando juntos quieran tocar sus huesos
y no exista aire siquiera,
sus lenguas penetrarán sin gemir,
sin proximidad, porque no serán dos bocas, o dos cuerpos,
o dos luces, o dos besos.
GLAUKA
buscando con la lengua la cintura en ellos.
Suave, húmedo como el cielo,
como el sol a través de las gotas de lluvia.
Repasar los labios que conoce, por fuera y hacia dentro,
en un lento desprendimiento de calor,
en un afán de posesión de un calor distinto.
Entra la lengua tímida,
despacio, pero segura y triunfante,
paseando por los dientes que arden quemando la luna,
que no se atreven a morder porque desean
seguir ansiando hacerlo,
mimando otra lengua y otro paladar
que respiran, y se hunden, y tiemblan
como la luz de las estrellas que no ven sus ojos,
pero que sienten sus venas y su carne.
Es como desembocar en esa otra boca
porque tiene que ser así y no puede evitarse,
porque el río siempre termina hundiéndose en el mar,
y sus salivas se confunden porque sólo hay una.
Pasar el tiempo, dejarlo pasar poco a poco,
disfrutar del deseo de lo que se sabe llegará,
y gozar del sabor de los segundos que
estremecen la piel
y empañan el aire de cristal que, en su quietud
vibra en sus bocas.
Y cuando juntos quieran tocar sus huesos
y no exista aire siquiera,
sus lenguas penetrarán sin gemir,
sin proximidad, porque no serán dos bocas, o dos cuerpos,
o dos luces, o dos besos.
GLAUKA
Etiquetas: A CAMBIO DE LA INMORTALIDAD SIRENAICA, CANTOS DE SIRENA VARADA
4 Comments:
Muxo t debió d marcar el libro d Saramago xa crear un spacio dedikdo a Glauca. Glauca somos todas, enfrentadas con nuestros problemas, xe valientes. Todas distintas, xe en l fondo igules. En la sombra quizá xe demostrando siempre lo q somos. Enhorabuena un spacio cm ninguno. Sigue surcando el mar sirena!
Qué deliciosa, delicada y sensual manera de besar. Sin duda, es la más refinada forma de comunicar un ardiente sentimiento.¡¡¡¡¡¡¡
A.T.
Muy chula la poesia, gracias por tu comentario en mi espacio. Un saludo desde Zaragoza.
gracias...!!! y claro que si, voy a estar indagando para colocarlo indpendiente... jiji.. y te aviso como. un beso y hasta luego...
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