PREMIADO CONCURSO TODAS (Mejor artículo erótico)
Tú me lo pediste
Autor: José (Baco) Publicado en: Confesiones de Baco
Me dijiste que lo hiciera aquella tarde, y tras el café en el bar, al borde de la playa, tras el paseo notando la fina arena bajo nuestros pies, tras hablar de cientos de cosas, ninguna de ellas importante, fuimos al hotel. Y allí, en aquella cama enorme, te tumbaste, tan solo tapada por la blanca toalla que sirvió para secarte después de la ducha.
Pronto tus brazos estaban atados, por tus muñecas, al grueso cabezal de madera de nogal con suaves pañuelos de seda. Y tus piernas, de blanca piel, abiertas, permanecían anudadas a la parte inferior de la cama. Yo, de pie, a tu lado, despedía tus hermosos ojos de brillante mirada cubriéndolos con un bonito pañuelo negro.A partir de ese momento, desconocías donde estaba, que hacia y que pretendía hacer.Mis labios te sorprendían acariciando tu precioso cuello y a los pocos segundos, mi lengua jugaba a recorrer la parte interior de uno de tus muslos mientras retiraba la toalla para contemplarte bella e indefensa, atada a la cama sin otra posibilidad que sucumbir ante mi.Ahora en la parte interna de tu muñeca fundía mis labios en un tórrido beso. Y mis dedos suaves y lentos, descendían desde el cuello, pasando por el hombro y deslizándose a lo largo de todo tu brazo.Desaparecía de tus sentidos, para volver a aparecer de pronto, penetrando mi lengua entre los dedos de tus sensuales pies. Mis manos presionaban la planta de ellos con suavidad, notando como se relajaban entre mis dedos hasta volver a desaparecer para ti.Y aparecer con pequeños besos, suaves besos de labios calientes, en tus mejillas, en tu frente, en tu cuello, descendiendo lentamente a tu pecho, convirtiéndose en besos húmedos cerca de tus pezones, en la suave piel de tus tetas.Acariciando con el dorso de mi mano tus caderas, tu cintura y tu ombligo, subiendo lentamente a encontrarme con mi boca, donde tras humedecerme un dedo rozo casi imperceptiblemente con la yema uno de tus pezones que crece instantáneamente. Ahora con las dos manos acariciando muy suavemente tus pezones, que se transforman en duros botones puntiagudos mientras comienzas a moverte, a retorcerte en la cárcel de tus ataduras.Aparezco en tu boca mientras sigo excitando tus pezones. Mi lengua acaricia la comisura de tus apetitosos labios que entreabres, tienes hambre, suspiras, sigues moviéndote, cada vez más salvajemente, pero estas bien atada. Así que tras penetrar tu boca con mi lengua, presionar tus labios en los míos, y beber de tu saliva, desaparezco por completo.Tu no lo sabes, solo esperas como un débil animalillo, pero te estoy contemplando, te miro tumbada y completamente desnuda sobre la cama, sensual, erótica, provocativa e indefensa, expuesta a mis deseos.Y mis deseos son aparecer sin preámbulos con la punta de mi lengua entre los labios de tu vagina, pero suavemente, solo rozándolos, notando como al primer contacto se tensan, se erizan.Comienzo a lamerlos desde abajo, los dos a un tiempo, el extremo de mi lengua apuntando en el centro, recogiendo así los primeros frutos de nuestro juego mientras asciendo hasta llegar al clítoris donde profundiza mi lengua impregnada ya de tu dulce jugo. Ahora si, tus jadeos anuncian que harás todo lo posible por desatarte, mientras mi lengua presiona tu clítoris, juega a rodearlo y lo golpea suavemente, noto que te tensas, que estiras fuerte intentando romper los pañuelos, pero no lo conseguirás.Mientras juego entre tus piernas soy consciente que ahora mismo estarás abriendo la boca, deseando lamer, comer, besar, morder, pero solo puedes gemir. Soy consciente que deseas cogerme de la cabeza y apretarla contra ti, pero solo puedes apretar tus muslos alrededor de ella. Y me excito aún más, cada vez más, mientras te bebo por completo. Y me excito más y más sabiendo que deseas que te penetre, y cogerme de la cintura, y besarme, y abrazarme, y sentirme tan a dentro tuyo que te queme. Pero nada de eso puedes hacer, porque estas expuesta mis deseos.Me dijiste que lo hiciera aquella tarde.
Publicado originariamente en: Confesiones de Baco
Me dijiste que lo hiciera aquella tarde, y tras el café en el bar, al borde de la playa, tras el paseo notando la fina arena bajo nuestros pies, tras hablar de cientos de cosas, ninguna de ellas importante, fuimos al hotel. Y allí, en aquella cama enorme, te tumbaste, tan solo tapada por la blanca toalla que sirvió para secarte después de la ducha.
Pronto tus brazos estaban atados, por tus muñecas, al grueso cabezal de madera de nogal con suaves pañuelos de seda. Y tus piernas, de blanca piel, abiertas, permanecían anudadas a la parte inferior de la cama. Yo, de pie, a tu lado, despedía tus hermosos ojos de brillante mirada cubriéndolos con un bonito pañuelo negro.A partir de ese momento, desconocías donde estaba, que hacia y que pretendía hacer.Mis labios te sorprendían acariciando tu precioso cuello y a los pocos segundos, mi lengua jugaba a recorrer la parte interior de uno de tus muslos mientras retiraba la toalla para contemplarte bella e indefensa, atada a la cama sin otra posibilidad que sucumbir ante mi.Ahora en la parte interna de tu muñeca fundía mis labios en un tórrido beso. Y mis dedos suaves y lentos, descendían desde el cuello, pasando por el hombro y deslizándose a lo largo de todo tu brazo.Desaparecía de tus sentidos, para volver a aparecer de pronto, penetrando mi lengua entre los dedos de tus sensuales pies. Mis manos presionaban la planta de ellos con suavidad, notando como se relajaban entre mis dedos hasta volver a desaparecer para ti.Y aparecer con pequeños besos, suaves besos de labios calientes, en tus mejillas, en tu frente, en tu cuello, descendiendo lentamente a tu pecho, convirtiéndose en besos húmedos cerca de tus pezones, en la suave piel de tus tetas.Acariciando con el dorso de mi mano tus caderas, tu cintura y tu ombligo, subiendo lentamente a encontrarme con mi boca, donde tras humedecerme un dedo rozo casi imperceptiblemente con la yema uno de tus pezones que crece instantáneamente. Ahora con las dos manos acariciando muy suavemente tus pezones, que se transforman en duros botones puntiagudos mientras comienzas a moverte, a retorcerte en la cárcel de tus ataduras.Aparezco en tu boca mientras sigo excitando tus pezones. Mi lengua acaricia la comisura de tus apetitosos labios que entreabres, tienes hambre, suspiras, sigues moviéndote, cada vez más salvajemente, pero estas bien atada. Así que tras penetrar tu boca con mi lengua, presionar tus labios en los míos, y beber de tu saliva, desaparezco por completo.Tu no lo sabes, solo esperas como un débil animalillo, pero te estoy contemplando, te miro tumbada y completamente desnuda sobre la cama, sensual, erótica, provocativa e indefensa, expuesta a mis deseos.Y mis deseos son aparecer sin preámbulos con la punta de mi lengua entre los labios de tu vagina, pero suavemente, solo rozándolos, notando como al primer contacto se tensan, se erizan.Comienzo a lamerlos desde abajo, los dos a un tiempo, el extremo de mi lengua apuntando en el centro, recogiendo así los primeros frutos de nuestro juego mientras asciendo hasta llegar al clítoris donde profundiza mi lengua impregnada ya de tu dulce jugo. Ahora si, tus jadeos anuncian que harás todo lo posible por desatarte, mientras mi lengua presiona tu clítoris, juega a rodearlo y lo golpea suavemente, noto que te tensas, que estiras fuerte intentando romper los pañuelos, pero no lo conseguirás.Mientras juego entre tus piernas soy consciente que ahora mismo estarás abriendo la boca, deseando lamer, comer, besar, morder, pero solo puedes gemir. Soy consciente que deseas cogerme de la cabeza y apretarla contra ti, pero solo puedes apretar tus muslos alrededor de ella. Y me excito aún más, cada vez más, mientras te bebo por completo. Y me excito más y más sabiendo que deseas que te penetre, y cogerme de la cintura, y besarme, y abrazarme, y sentirme tan a dentro tuyo que te queme. Pero nada de eso puedes hacer, porque estas expuesta mis deseos.Me dijiste que lo hiciera aquella tarde.
Publicado originariamente en: Confesiones de Baco
NO PUEDO MÁS QUE ENORGULLECERME DE TÍ, PERO MI ORGULLO ES EL MISMO Y POR LOS MISMOS MOTIVOS QUE ANTES DEL PREMIO.
AHORA, GRACIAS AL PREMIO, MÁS PERSONAS TENDRÁN LA OPORTUNIDAD DE CONOCERTE.
AHORA, GRACIAS AL PREMIO, MÁS PERSONAS TENDRÁN LA OPORTUNIDAD DE CONOCERTE.
Etiquetas: A CAMBIO DE LA INMORTALIDAD SIRENAICA
6 Comments:
Acabo de llegar de trabajar y me he calentado una pizza, que ahora me estoy comiendo, en el microondas porque hoy todavía no había comido. Así que lleno de barro como he llegado, engullendo pizza y sin afeitar que esta mañana no ha habido tiempo me pongo a leer el relato. Según avanzo la naturaleza empieza a empeñarse en seguir su curso (podéis imaginar cual) y yo mientras intento controlarla empiezo a sentirme terriblemente patético... En fin, mañana será otro día.
Baco escribe maravillosamente bien :)
Comprendo tu orgullo, sin dudo merecido con este premio.
estoy contigo, Baco se le merece porque escribe como nadie, porque sabe muy bien como llegar a traves de las palabras a el erotismo mas initimo... aissss debo decir que leer a Baco en el trabajo no es nada recomendable sobretodo por las caras de hembra libidinosa y picara que se me pone cuando lo estoy leyendo o la sonrisilla que se me queda, jeje.
en fin... la primavera me engullé a velocidades pasmosas!!!!
besotes sirena
Gracias Isthar y Bridgetmanson por vuestras palabras inmerecidas.
Y gracias a ti Glauka por ser tan acojedora.
Un beso a las tres.
Impresionante! Bien por Baco
Anda! no sabia esta enhorabuena del querido Baco,me alegro muchisimo,y no me extraña pq es todo un maestro erotizandonos al leerle...jeje
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