LIKE A VIRGIN

Lo he hecho.

No ha sido traumática la experiencia como presumía yo desde mi ignorancia, ni me ha dolido, ni me ha hecho daño ni na de na. Es más, ha estado bien. Me lo he pasado genial mirando el mar azul de sus ojos.

Un par de horas antes le pregunté por el móvil si había venido en coche, para inmediatamente yo misma señalar la estupidez de la pregunta, dadas las circunstancias era más que obvia … asomaron, pues, los colmillos del nerviosismo, antes de mover un pie. Lo que él no sabía entonces (pero sabrá ahora) es que estaba desnuda, recien salida de la ducha, en ese momento en que esperamos a que nuestra piel absorba por completo la cremita que le hemos dado, y claro, entró a saco en mi intimidad más íntima teléfono en ristre: creo que igual así se comprende mejor que se me nublara la compostura e hiciera preguntas estúpidas.

De lo humano y lo divino, de lo prosaico y lo espiritual, de lo mundano y lo emocional … casi más de lo emocional, que empiezo a plantearme la posibilidad de montar un gabinete sicológico a dúo, aunque no le gusten los socios en los negocios, éste creo que nos iría de perlas.

Vimos el sol, chiringuitos de fiesta, manteles blancos y vinos tintos, un café bajo la lluvia y luego dos, se nos secó la boca y la lengua se convirtió en trapo de tanto hablar viajando por el mundo.

La seriedad se camuflaba dentro del ingenio que explotaba en risas, de reír no sé si se llega a cansar, lo que sí sé es que de sonreírle y reírle, no, menos aún cuando una escultura de Botero te enseñan el culo mientras descubres que no te duele el alma en su compañía.

No podía dejar pasar la ocasión, dedicándose a lo que se dedica, de regalarme una bonita colección de tejas, y hasta un doble tejado por si alguna se rompe, con las que hicimos ese tejado bajo el que guarecerme de la lluvia que caía. Que díce que soy mucho más cálida de lo que os podéis imaginar (ahí queda eso), no vaya a coger frío y me resfríe. Dijo más cosas de las que, al parecer, no os podríais imaginar, pero me las callo. Creo que alguna era eufemismo de "tonta", pero vamos a tener la fiesta en paz, que me gusta el eufemismo y el estilo que se gasta haciendo tejados.

¿Quién dijo miedo? ¡Ah, sí, que era yo!

Ya no, al menos con él, ya no, que abraza como nadie y sin condescendencia, por cierto. Es buen regalo en tu cumpleaños bloguero eso de estrenarte, sí. Pero hay que acertar con quién, y es que EL jugaba con ventaja, que se entiende con los peces desde aquel día en un par de ellos le echaron una manita en la uni.

Que sepáis que es una máquina, catorce horas me duró al pie del cañón, cual jabato.

Y eso que fue mi primera vez …

©like a virgin. 2006 Glauka (celebrando el añito del blog)