Por un día
Soy imbécil.
Eso ya lo sabía yo, y ya lo sabíais vosotros, pero lo he vuelto a comprobar.
Me emocioné, que manda narices lo de emocionarse en una boda de una prima que en los últimos tres años has visto únicamente en el funeral del abuelo común.
Pero así fue, me emocioné como una auténtica tonta cuando la ví salir del coche, tan preciosa, tan bonita, tan ... como pura (y no quiero chistes sobre esto, pero es así, estaba como pura, limpia su mirada, algo extraño).
Hubo más momentos de esos de imbecilidad manifiesta, porque a ver, qué otra cosa puede ser la que me haya tenido pendiente durante todo el banquete de un padredelanovia no padrinodeboda pero si mi padrino, agraciado por algún designio divino con su presencia en el evento, que ganar, lo que se dice ganar, no se lo ha ganado precisamente, al contrario, ha hecho todos y cada uno de los votos para no estar allí.
Yo no veía a ese tío que puso todos los cuernos del mundo y más a su esposa, ni al que se gastó hasta el superpiso en el centro de la ciudad que daba techo a sus tres hijos, ni al que abandonó a esos hijos cuando aún eran niños, ni al que le gusta tanto el alcohol; tampoco al que salvó su culo metiendo en líos con Hacienda y la Seguridad Social a sus adolescentes vástagos cuando aún obedecían, pese a su mayor edad y que se fundió los ahorros de mi abuelo tras dejarle en la más absoluta de las bancarrotas … no, ni tan siquiera ví al hombre acabado al que monté el cristo cuando tan fríamente hablaba de la proximidad de la muerte de su padre, mi abuelo, como quien hablaba del tiempo. No.
Yo ví a un hombre derrotado. Un hombre nervioso. Los restos de un hombre arrasado por las ganas de vivir al límite y esquilmado por el límite de ese vivir desaforado.
Sentí lástima de aquella mirada nerviosa, avergonzada, manteniendo el tipo junto al padrino de boda que se sentaba al lado de su hija. Me dio tremenda pena ese sonrosado permanente de su mejillas contenidas, silenciosamente feliz. Me arrebujó el corazón el encogimiento dentro del acorazado traje con el vals de su hija. No iba a bailar con él. Y no bailó con él. Lógico, se lo merecía, ya lo he dicho antes, afortunado de estar allí.
-No me puedes negar el siguiente baile
Se negó con la cabeza apoyada en una mano.
- He venido sola, estoy sin pareja, y tú también, di por sentado que bailaría contigo toda la fiesta.
Me rompió el alma ver vidriarse su mirada.
- ¡Era lo que me faltaba! mi propio padrino me da calabazas … ¡así no saldré a buscar novio nunca, hombre!
Seguía mirando tras unas lágrimas que no queríamos ver, ni él, ni yo.
Le arrastró en ese momento su exesposa a la pista de baile. Estaba a su lado, escuchándonos, mirándonos. Simplemente le cogió de la mano y se lo llevó.
Les grabé en vídeo. Hablaban. Ilusa, por un instante, casi creí que su hija bailaría con él, que soltaría al padrino e iría tras su falda en uno de esos roces que la muy descarada tenía para con los pantalones de su padre. Pero era demasiado pedir.
- Ahora ya puedes bailar con tu tío.
Y bailé, claro que bailé. Me importa un carajo el análisis de la situación (que lo hay, creedme que lo hay) en ese momento sólo quería bailar con él y que sus ojos sonrieran.
No quería hablar, razonar, exigir, recriminar, castigar, discutir o tirar de los pelos. Eso ya lo habíamos hecho varias veces. Eso nos había conducido a la educada relación que mantenemos en los últimos años. Ayer sólo quería bailar y que sus ojos sonrieran. Y bailamos. Y sonrieron sus ojos.
Lo dicho, que soy Imbécil.
Eso ya lo sabía yo, y ya lo sabíais vosotros, pero lo he vuelto a comprobar.
Me emocioné, que manda narices lo de emocionarse en una boda de una prima que en los últimos tres años has visto únicamente en el funeral del abuelo común.
Pero así fue, me emocioné como una auténtica tonta cuando la ví salir del coche, tan preciosa, tan bonita, tan ... como pura (y no quiero chistes sobre esto, pero es así, estaba como pura, limpia su mirada, algo extraño).
Hubo más momentos de esos de imbecilidad manifiesta, porque a ver, qué otra cosa puede ser la que me haya tenido pendiente durante todo el banquete de un padredelanovia no padrinodeboda pero si mi padrino, agraciado por algún designio divino con su presencia en el evento, que ganar, lo que se dice ganar, no se lo ha ganado precisamente, al contrario, ha hecho todos y cada uno de los votos para no estar allí.
Yo no veía a ese tío que puso todos los cuernos del mundo y más a su esposa, ni al que se gastó hasta el superpiso en el centro de la ciudad que daba techo a sus tres hijos, ni al que abandonó a esos hijos cuando aún eran niños, ni al que le gusta tanto el alcohol; tampoco al que salvó su culo metiendo en líos con Hacienda y la Seguridad Social a sus adolescentes vástagos cuando aún obedecían, pese a su mayor edad y que se fundió los ahorros de mi abuelo tras dejarle en la más absoluta de las bancarrotas … no, ni tan siquiera ví al hombre acabado al que monté el cristo cuando tan fríamente hablaba de la proximidad de la muerte de su padre, mi abuelo, como quien hablaba del tiempo. No.
Yo ví a un hombre derrotado. Un hombre nervioso. Los restos de un hombre arrasado por las ganas de vivir al límite y esquilmado por el límite de ese vivir desaforado.
Sentí lástima de aquella mirada nerviosa, avergonzada, manteniendo el tipo junto al padrino de boda que se sentaba al lado de su hija. Me dio tremenda pena ese sonrosado permanente de su mejillas contenidas, silenciosamente feliz. Me arrebujó el corazón el encogimiento dentro del acorazado traje con el vals de su hija. No iba a bailar con él. Y no bailó con él. Lógico, se lo merecía, ya lo he dicho antes, afortunado de estar allí.
-No me puedes negar el siguiente baile
Se negó con la cabeza apoyada en una mano.
- He venido sola, estoy sin pareja, y tú también, di por sentado que bailaría contigo toda la fiesta.
Me rompió el alma ver vidriarse su mirada.
- ¡Era lo que me faltaba! mi propio padrino me da calabazas … ¡así no saldré a buscar novio nunca, hombre!
Seguía mirando tras unas lágrimas que no queríamos ver, ni él, ni yo.
Le arrastró en ese momento su exesposa a la pista de baile. Estaba a su lado, escuchándonos, mirándonos. Simplemente le cogió de la mano y se lo llevó.
Les grabé en vídeo. Hablaban. Ilusa, por un instante, casi creí que su hija bailaría con él, que soltaría al padrino e iría tras su falda en uno de esos roces que la muy descarada tenía para con los pantalones de su padre. Pero era demasiado pedir.
- Ahora ya puedes bailar con tu tío.
Y bailé, claro que bailé. Me importa un carajo el análisis de la situación (que lo hay, creedme que lo hay) en ese momento sólo quería bailar con él y que sus ojos sonrieran.
No quería hablar, razonar, exigir, recriminar, castigar, discutir o tirar de los pelos. Eso ya lo habíamos hecho varias veces. Eso nos había conducido a la educada relación que mantenemos en los últimos años. Ayer sólo quería bailar y que sus ojos sonrieran. Y bailamos. Y sonrieron sus ojos.
Lo dicho, que soy Imbécil.
©Glauka 2006 Por un día
30 Comments:
Glauki....imbécil, imbécil....no...pero a quién se le ocurre emocionarse en las bodas??
Si fuera en la firma del divorcio, tendría un pase....
Para la próxima, me caso en Las Vegas, sólo bailaremos Los Pajaritos, y Paquito el Chocolatero.
Ahhh...y que de la tarta, salga un sexy boy disfrazado de bombero¡¡
A ver si te voy a pillar llorando en esta tb...¡¡
Imbécil? No. Buena persona. Eso es bueno.
Glauka imbécil no, lo que sucede es que cuando nuestro corazón es capaz de "perdonar" lo imperdonable,nos sentimos mucho mejor personas, y eso se ha de sentir por si solo.Y te ha sucedido hoy.Amar es poder perdonar,hay muchos modos de dar amor y lo cierto es que una se siente mejor cuando es capaz de darse asi.Besotes (y yo también me sigo emocionando en las bodas,no sé pq,pero tengo q reprimir las lágrimillas en las ceremonias,jeje)
Si, eres imbécil, perdóname, pero serlo y sonreír con los ojos no parece ningún pecado.
Todos somos imbéciles en mayor o menor medida, aunque no todos sabemos sonreír.
Un beso, con permiso.
De imbécil a imbécil.
No confundas la imbecilidad con tener un gran corazón, son dos cosas distintas.
Verte tan pendiente de ese hombre derrotado da una muestra de quien es esta sirena.
Besos...desde tierra.
Sabes que? los imbéciles son ellos, tu tan sólo una sirena.
Glauka, para tí es mucho más fácil perdonar que para tu prima, créeme. Tú no has tenido un padre catastrófico, has tenido un tío catastrófico, y ... no tiene NADA que ver. No tienes ni idea del sufrimiento que puede llegar a provocar tener un padre así.
Que tu prima haya consentido que su padre esté en la boda dice mucho a favor de ella, créeme. Por lo que deduzco, ha tenido que perdonar muchas cosas y olvidar muchas otras.
VIUDA DE TANTAMOUNT: Pues seguro que me emociono también ... que ganas de ir a Las Vegas me están entrando!
HANS: Gracias y bienvenido.
OCEANIDA: Me alegro de tu reencuentro ;). Creo que es tarde hasta para pensar en su vida.
LILITH: Es extraño, la verdad, porque sigo pensando en lo mal que ha vivido ...
RAFA: Yo sé que tú si que sabes sonreir con los ojos. LO SÉ. Hermano.
XIENRA: Puedes amar a alguien pese al dolor, supongo que se trata de eso.
MITUSUI: ¿Pues sabes qué? ¡QUE TIENES RAZÓN!
USUARIO ANÓNIMO: Comprendo que así, fuera de contexto, eso pueda parecer. He dicho que El no se merecía estar allí, y que sin duda ella ha hecho un esfuerzo o una gran entrega, eso es lo que pienso, no es que la juzgue mal, es que no puedo juzgarla tan siquiera, porque creo que ha sido tremendamente bondadosa, que no es lo mismo. Otra no hubiera hecho lo que ella, asique al contrario, es para admirarla, la verdad.
Aquí yo no digo que ella tenga que perdonar, entre otras cosas, porque yo, que soy sobrina, no le perdono lo que le hizo a mis primos, asi que fíjate.
Simplemente cuento l oque ví de forma aislada, un detalle de la boda, y no creo que sea benevolente con él por ello.
Por desgracia, mi prima y yo tenemos en común eso que tú calificas de "padre catastrófico". Cada uo en su estilo, q ue eso de ser "padre catastrófico" tiene muchas posibilidades, Y no son hermananos. Asique es posible, sólo posible, que me haga una idea bastante cercana a la suya sobre lo que es tener ese tipo de padre, ya ves.
Por eso admiro su generosidad. Por eso observé más detenidamente el dolor de su padre. Por eso quizás fuí capaz de verle sufrir. Y por eso, muy probablemente, vea que es posible amar, no perdonar y seguir amando pese a todo.
no creo que seas una imbecil, sino una persona llena de sentimientos...y buenos.
Por cierto...si vas a las vegas yo me apunto
Si es que arrancarle la tristeza a alguien de los ojos es una droga dura,
hacer sonreir a alguien que probablemente casi ni recuerda lo que es sonreir
engancha y poco importa que lo merezca o no, quiza haya pagado sus errores,
o quizá aun no, quiza hoy vuelva a estar triste, quiza lo merezca... pero al
menos por un momento seguro que se sintió perdonado por una parte de la familia
que seguro que le estaba juzgando... si lo que cuentas es como lo cuentas o como
lo imagino, tambien tuvo bastante valor para presentarse... o quiza no tuvo el
suficiente para no ir... ay, yo que se si no estaba alli que a mí me lo han contado!! XD
Pero es que lo planteais como si ser imbecil fuera malo.
Ser imbecil tiene sus cosillas tambien.
No soy MITUSUI, soy Mitsui, perdonada. ;) Si nos mandas otro canto de sirena
SHOGUNJOSEX: Tendrá que comunicarnos la boda la VIuda ;)
AVALON: Cierto, tuvo valor, y es importante eso también. Por unos instantes al menos, sonrió. Y algo es algo.
DR. M: Gracias por verle lo postivio al estado de imbecilidad permanente en que debo vivir. ;).
MITSUI (no mitusui ;)): que padezco dislexia ... con lo mal que canto!
Lo sé. Yo también lo soy, y por razones muy similares.
Pero a veces pienso que no hacemos mal en srlo, por un momento, por un instante, y dejar lo demás de lado sólo por unos ojos sonrientes.
Aún cuando se ganan a pulso otra actitud, hay corazones que pese a todo dan por un instante un momento de tregua, aunque no siempre la merezcan...
Un abrazo enormeeeeeeee
Imbécil por emocionarte en una boda?...uhmmmmm, puede. Yo estoy justo ahora en todo lo contrario y, aunque a estas alturas es tan sólo un trámite, también me emociono a ratos. O será que me ponen nervioso los juzgados.
Por lo demás, no veo nada raro, mi querida sirenita.
Pronto volveré a estar operativo. No me he escapado.
Besos cantábricos.
Sí Glauka, probablemente eres una imbécil. Pero me gustas así, con tus imbecilidades. ¡Anda que no soy yo idiota!. Punto.
Te beso
ISTHAR: Eso es lo que fue: una tregua, un descansito, un recordar cuando las ocsas eran de otra manera, aquel baile en su boda, cuando sólo tenía cinco años y era un ídolo para mí... que sin palabras era posible, porque hablando, siempre terminamos discutiendo.
DETRÁS DEL REFLEJO: Afortunado pues, no sabes la envidia que me das, al nostalgia que me traen tus palabras. Tomada nota: los cuernos los ponía él.
ACÉFALO; ¡Que bien, operativo de nuevo, a mirar tras la pecera se ha dicho! A m´mi los juzgados me gustan por razones obvias, pero reconozco que la cosa cambia cuando es personal.
PLATINUM: Gracias eres un solete!ummmm que rico ese beso tuyo!
Aveces también he sentido esa sensación de creerte imbécil, pero después debes darte cuenta que noe s así, que imbécil es todo aquel que no perdona, todo aquel que vive en el rencor ......tu no ...tu solo eres especial
ays Glauka...
y has hecho tu obra buena del mes, que no?
ahora puedes cometer dos pecadillos, que siempre que uno hace sonreír unos ojos tristes es como comprarse un piso entero en el cielo;)
besos!!!!
Ha eso no se le llama ser imbécil, Sirena, ha eso se le llama comprender, aún sin aceptar, aún sin entender. Eres más humana de lo que nos quieres hacer creer con tu cola. (y ahora no te me enfades, que te veo venir...que si, que sigues siendo sirena a pesar de esa enfermedad terrenal)
Petons.
Pau.
GOTA DE TINTA: Pues vas a tener razón ... especialmente en lo de Einsteins ;). Besos.
MARA: Creo que lo mejor que hace uno en estos casos es asumir su propia imbecilidad y a correr ...
CIELOAZUL ¿De veras? ¿Puedo asesinar a la hija y a la esposa de mi jefe? (Dijiste dos pecadillos no?)
PAU: Si ya lo sé, acepté ser humana para poder sentir, y así me va ... Buenos días corazón.
Si ya sabía yo que lo de la Dama Blanca tenía su razón de ser...
No eres imbécil, no, coincido con Pau (y con otros también, claro) en que tu imbecilidad es por ser humana. Haberte quedado en el mar seduciendo marineros y otro gallo nos cantaría, nunca mejor dicho. Te echaríamos de menos, eso sí.
Un beso, de Ulises.
¿Imbécil tú? Ja.
Besos acuáticos.
Yo también soy un imbécil. Me he emocionado leyéndote. Hermosísima lección. Todos llevamos nuestra carga y pagamos por nuestras acciones, no te quepa duda.
Si me lo permites te diré que estoy orgulloso de ti. Corazón como una catedral de grande, has descrito la historia de una derrota en la que todos los participantes salisteis heridos, y por unos minutos, victoriosos. Venció la vida. Gracias por compartirlo.
AVATAR: Cuanta razón tenía ya entonces ;). Gracias rey. Eres un encanto, todo dulzura, por mucho veneno que itentnes escupir en forma de letras, no puedes evitarlo. Besos.
ELLA Y SU ORGIA: jajajajajajaja!!!!
RODRIGO RINCON: GLUPSSSSSSS!!! Me sonrojas ... pero me alegra tu forma de verlo.
pues ...aquí está la imbécil que faltaba...porque Yo también me emociono en las bodas...hay que joderse¡¡
En cuanto al baile...me parece muy bonito lo que has hecho, está bien hacer las cosas porque sí...sin analizar tanto el asunto..PORQUE TÚ LO VALES...qué coño¡¡
besitos
P.D: tres URRAS por ese corazón de sirena¡¡
Pues... de vez en cuando te leo, porque me divierte hacerlo, porque me gusta la sincera forma de desahogarte que tienes. Porque parece que te conozco desde ......
Eres dueña de un fuerte caracter que esconde una personalidad forjada en batallas perdidas, por eso actuas asi. Te da lastima el perdedor porque en el fondo lo comprendes, te confias, te entregas.... y despues te engañan.
Al contrario del refran, tus palabras te hacen mas libre, y los demas somos esclavos de nuestros silencios. ¡¡¡Ya me gustaria expresarme como tu !!!
Tu blog me recuerda que el dia 23 tengo que ir a la boda de un primo, con cuya familia no tengo buenas relaciones, pero voy porque se que molesto al ir, porque temen lo que les pueda echar en cara. Y se que desde que acepte la invitacion ya estan nerviosos.
No se que me sucede, pero al leer tu blog (algun trozo, no lo leo siempre)
me apetece escribir. Los comentarios que te hacen los demas si que no me interesan.
Hasta otro dia.
Un beso de chocolate amargo.
Nena, eso no es ser imbécil, es hacer que un pobre hombre vea que aún quedan corazones buenos capaces de simplemente concederle un baile sin más explicaciones y justificaciones, y eso está muy bien...seguro que tu padrino pudo sentir una alegría dentro que hacía tiempo no sentía y todo gracias a tí.
Besos!!
DULCINEA: Me anima eso de no ser la única imbécil ;), ¿ya sabes aquello de mal de muchos consuelo de tontos? Pues voy a hacer com oque no lo sé.
JOHN: Me gusta encontrarte por aquí. Me pone nerviosa que me descubras así, a lo bruto, que una cosa es que yo me desnude y pasee en curos por aquí y otra que me señales con el dedo y me digas. ¿vas desnuda! jajajajajajajaja!!! Quizás porque tienes razón ;)
Sisfruta lo posible en esa boda, no será posible disfrutar todo el tiempo, pero dependerá de tu actitud el que encuentres la forma de vivir algún momento que merezca la pena, ya lo verás.
Ya sabes venir a mi casa, siempre habrá algo para tí aquí.
WILLOW: Sí que es gratificante pensar que pese a hacerle llorar, le gustó el baile. Con eso ya me conformo. Ya merece la pena ser imbécil.
Je, eso te pasa por hacer cosas que sabes que no debes.
Un beso.
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