UN CAPÍTULO DEL CUENTO DE LA PRINCESITA MASOCA
Erase una vez una princesita que compartía gastos de castillo con un peazo príncipe del tres: alto, guapo, rubio de ojos verdes, cachas, y encima, ingenioso, que el desparrame de originalidad era lo que embobaba hasta la tonturriez a la princesita del cuento. Aquellos regalos en los que la creatividad sin límite del príncipe se derrochaba, aquel desparpajo ante todo el mundo mundial derrochando infinito amor, aquellas cartas, dibujos y canciones, aquel amor desbocado que se le salía por los poros sin importar quien estuviera presente, aquel deseo de compartir cada molécula de oxígeno que hubiera en el aire luchando por tener a la princesita a su vera en cualquier situación o circunstancia, la tenían encandilada hasta las trancas.
Cuando el príncipe empezó a pasar más tiempo del normal conquistando territorios ajenos para aumentar sus posesiones fue cuando la princesita comenzó a dudar si la cosa no sería al revés de como ella se venía creyendo: en lugar de ella ser la más mejor de todas las princesitas habidas y por haber apoyando a su príncipe en todas sus batallas por insignificantes que fueren, en justa correspondencia a todo el amor que él le profesaba (no olvidemos que se vino de tierras lejanas como mendigo y había logrado el cargo de príncipe por sus propios medios, vale que aquellas tierras de las que venía, luego lo supo la princesa, le eran más inhóspitas que éstas, pero eran sus tierras, y las abandonó para ir tras su princesa, nuestra princesa en este cuento) ... eso, que ¿no sería en realidad: cómo no iba a besar el suelo que pisaba ella si era la princesa más buena que existió jamás de los jamases para con su príncipe?
La duda siguió ahí asomando la nariz cuando empezó a observar que efectivamente el principe se lo curraba con nuestra princesita: exactamente lo que él quería dar, lo que le sobraba cuando ya no había nada más a qué dedicar sus fuerzas en beneficio directo propio y sólo porque necesitaba darlo para sentirse supermegaguay. No era lo que ella necesitaba recibir casi nunca ... la triste verdad fue pensada ya entonces. El tiempo en soledad en la torre del castillo daba para mucho, y si bien se empleaba en mantener reluciente el castillo, en preparar alimentos de los que le gustaban al príncipe y por supuestísimo, en ser una princesa de esas modernas que además, traen un sueldo a casa y no gustan de sellar su amor en papeles, lo cierto es que tanto batallear trajo unas ausencias tan enormes del príncipe en su castillo que le sobraba tiempo a la buena princesita para pensar y descubrir que tenía necesidades que el príncipe no tenía intención alguna de cumplir, porque exigían su tiempo, aquel que dedicaba con ahínco a sus triunfos principescos y a cuyo logro contribuía ella misma, currando como una bestia parda para la consecución de aquellos logros del príncipe que por arte de eso que llaman amor la tonta princesa hacía suyos.
Después de doce años juntos, y habiéndole dado una oportunidad aquel 11-S aciago en que el mundo empapado en lágrimas y sangre había conseguido eliminar la lucidez que había visitado a la princesa dándole puente de plata al príncipe, la princesita tuvo que operarse de la vista (en sentido real, que en el figurado tardó mucho más en hacerlo). Previsora que era ella y conociendo como conocía el percal habló con su madre y su padre y optó por trasladarse al hogar paterno tras la operación ya que su ceguera no sería más que una carga para su amado príncipe, enfrascado como estaba en una de sus siempre supermegaimportantes batallas.
A ella había que cuidarla porque estaba absolutamente ciega: además de echarle unas gotas en cada ojo cada dos horas y por supuesto, ayudarla a caminar y lo que necesitara hacer en su día a día, había que darle tranquilidad, palabras que había dejado más que claras el médico ante sus padres y el príncipe para que todo saliera bien y no se complicara, que ella por razones de su naturaleza no admitía una infección ni nada similar en el postoperatorio.
Pero el príncipe se enfadó. Bien es cierto que la acompañó a la operación abandonando para ello durante cuatro horas enteras nada más y nada menos el campo de batalla, pero, una vez trasladada al hogar paterno, las batallas se alargaban y se alargaban hasta altas horas de la noche, de modo que no encontraba el modo de contactar más que telefónicamente con su princesita. Al tercer día la princesita ya no pudo más y se deshizo en lágrimas por su continuada ausencia cuando más falta le hacía, a lo que, el príncipe, curtido ya en batallas de toda índole, sin despeinarse tan siquiera contestó con la frialdad propia del revanchista reconroso señalando con su dedo que ella no había tenido el más mínimo reparo en abandonar el hogar familiar (el de ambos) declarando a los cuatro vientos con su escapada a casa de sus padres que EL, el superpríncipe de todos los cuentos, no estaba capacitado para cuidar de ella. Ella le señaló que así era, por lo bajini, justificándolo encima, en la cantidad de pleitos y batallas pendientes que ocupaban su día a día y el poco tiempo de que disponía El para cuidar de una pobre princesa ciega.
Pero al día siguiente, rauda y veloz, regresó a su hogar de la mano de su príncipe quien sonreía eufórico -otra muesca en el revólver: había vuelto a ganar- y comiéndosela a besos clamaba por lo mucho y bien que la iba a cuidar, por lo pronto le hizo un zumo de naranja con naranjas que había comprado él mismo y todo. Después le echó las gotas y se fue a guerrear, asegurando su regreso en dos horas para echarle las gotas de nuevo a la princesita.
Pasaron dos horas, y tres, y cuatro y hasta cinco, apareciendo entonces el príncipe, con cara de circunstancias pero, eso sí, con la cena en bolsas de papel de un chino cercano. Se tragó el dolor la princesa omitiendo lo mal que lo pasó intentando echarse las gotas ella misma sin ver dónde tenía los ojos ni cuántas gotas echaba, callando que había tardado media hora entera en lograrlo porque las lágrimas que el abandono del principe le ocasionaban inundaban aquellos ojos heridos casi tanto como el corazón y el alma. Y cuando dejó ver una sonrisa tras los nubarrones que tenían ocupado al príncipe haciendo cucamonas y tonterías para compensar ... el principe marcó una muesca más en el revólver: había vuelto a ganar.
Pasaron así dos semanas en las que oficialmente el príncipe cuidaba de su princesa como el mejor tesoro del mundo, y, sin embargo, la princesa se cuidaba solita sola, para no variar, no sólo había aprendido a echarse las gotas a sí misma, no sólo había aprendido a vestirse, ducharse, acicalarse, peinarse y moverse por su casa como si viera perfectamente: hasta había aprendido a mantener el castillo en orden y a cocinar para su príncipe a ciegas. Sin proferir un sólo quejido. Sin recibir una sola disculpa. Y todos felices y contentos.
Lejos de compartir sus logros -los de ella- con el mundo, los calló bien callados sabiendo como sabía que sus logros eran las derrotas del príncipe, quien decía que las cosas no sucedían realmente hasta que su princesa del alma las decía en voz alta habitualmente (algo que aún hoy retumba en sus oídos recordándole cuantísimas veces calló precisamente por conocer ese pensamiento principesco). Asique la princesa calló, una vez más. Y se dejó engañar con peluches y besos y hasta fines de semana fuera pese a no ser regalos para ella que no veía, evidentemente, pero la verdad era tan dura y tan cruel que prefirió seguir engañada, aunque doliera como dolía de la forma más inmensa. Fue la primera vez en más de doce años que sucedía algo que la colocaba a ella en el number one de la lista de prioridades, y fue la primera bofetada que le arreó el príncipe: no obtuvo su primer puesto ni de lejos, quizás porque nunca ella había sido antes una prioridad ni para ella misma, asique ¿porqué habría de serlo para él?
Cuando el príncipe empezó a pasar más tiempo del normal conquistando territorios ajenos para aumentar sus posesiones fue cuando la princesita comenzó a dudar si la cosa no sería al revés de como ella se venía creyendo: en lugar de ella ser la más mejor de todas las princesitas habidas y por haber apoyando a su príncipe en todas sus batallas por insignificantes que fueren, en justa correspondencia a todo el amor que él le profesaba (no olvidemos que se vino de tierras lejanas como mendigo y había logrado el cargo de príncipe por sus propios medios, vale que aquellas tierras de las que venía, luego lo supo la princesa, le eran más inhóspitas que éstas, pero eran sus tierras, y las abandonó para ir tras su princesa, nuestra princesa en este cuento) ... eso, que ¿no sería en realidad: cómo no iba a besar el suelo que pisaba ella si era la princesa más buena que existió jamás de los jamases para con su príncipe?
La duda siguió ahí asomando la nariz cuando empezó a observar que efectivamente el principe se lo curraba con nuestra princesita: exactamente lo que él quería dar, lo que le sobraba cuando ya no había nada más a qué dedicar sus fuerzas en beneficio directo propio y sólo porque necesitaba darlo para sentirse supermegaguay. No era lo que ella necesitaba recibir casi nunca ... la triste verdad fue pensada ya entonces. El tiempo en soledad en la torre del castillo daba para mucho, y si bien se empleaba en mantener reluciente el castillo, en preparar alimentos de los que le gustaban al príncipe y por supuestísimo, en ser una princesa de esas modernas que además, traen un sueldo a casa y no gustan de sellar su amor en papeles, lo cierto es que tanto batallear trajo unas ausencias tan enormes del príncipe en su castillo que le sobraba tiempo a la buena princesita para pensar y descubrir que tenía necesidades que el príncipe no tenía intención alguna de cumplir, porque exigían su tiempo, aquel que dedicaba con ahínco a sus triunfos principescos y a cuyo logro contribuía ella misma, currando como una bestia parda para la consecución de aquellos logros del príncipe que por arte de eso que llaman amor la tonta princesa hacía suyos.
Después de doce años juntos, y habiéndole dado una oportunidad aquel 11-S aciago en que el mundo empapado en lágrimas y sangre había conseguido eliminar la lucidez que había visitado a la princesa dándole puente de plata al príncipe, la princesita tuvo que operarse de la vista (en sentido real, que en el figurado tardó mucho más en hacerlo). Previsora que era ella y conociendo como conocía el percal habló con su madre y su padre y optó por trasladarse al hogar paterno tras la operación ya que su ceguera no sería más que una carga para su amado príncipe, enfrascado como estaba en una de sus siempre supermegaimportantes batallas.
A ella había que cuidarla porque estaba absolutamente ciega: además de echarle unas gotas en cada ojo cada dos horas y por supuesto, ayudarla a caminar y lo que necesitara hacer en su día a día, había que darle tranquilidad, palabras que había dejado más que claras el médico ante sus padres y el príncipe para que todo saliera bien y no se complicara, que ella por razones de su naturaleza no admitía una infección ni nada similar en el postoperatorio.
Pero el príncipe se enfadó. Bien es cierto que la acompañó a la operación abandonando para ello durante cuatro horas enteras nada más y nada menos el campo de batalla, pero, una vez trasladada al hogar paterno, las batallas se alargaban y se alargaban hasta altas horas de la noche, de modo que no encontraba el modo de contactar más que telefónicamente con su princesita. Al tercer día la princesita ya no pudo más y se deshizo en lágrimas por su continuada ausencia cuando más falta le hacía, a lo que, el príncipe, curtido ya en batallas de toda índole, sin despeinarse tan siquiera contestó con la frialdad propia del revanchista reconroso señalando con su dedo que ella no había tenido el más mínimo reparo en abandonar el hogar familiar (el de ambos) declarando a los cuatro vientos con su escapada a casa de sus padres que EL, el superpríncipe de todos los cuentos, no estaba capacitado para cuidar de ella. Ella le señaló que así era, por lo bajini, justificándolo encima, en la cantidad de pleitos y batallas pendientes que ocupaban su día a día y el poco tiempo de que disponía El para cuidar de una pobre princesa ciega.
Pero al día siguiente, rauda y veloz, regresó a su hogar de la mano de su príncipe quien sonreía eufórico -otra muesca en el revólver: había vuelto a ganar- y comiéndosela a besos clamaba por lo mucho y bien que la iba a cuidar, por lo pronto le hizo un zumo de naranja con naranjas que había comprado él mismo y todo. Después le echó las gotas y se fue a guerrear, asegurando su regreso en dos horas para echarle las gotas de nuevo a la princesita.
Pasaron dos horas, y tres, y cuatro y hasta cinco, apareciendo entonces el príncipe, con cara de circunstancias pero, eso sí, con la cena en bolsas de papel de un chino cercano. Se tragó el dolor la princesa omitiendo lo mal que lo pasó intentando echarse las gotas ella misma sin ver dónde tenía los ojos ni cuántas gotas echaba, callando que había tardado media hora entera en lograrlo porque las lágrimas que el abandono del principe le ocasionaban inundaban aquellos ojos heridos casi tanto como el corazón y el alma. Y cuando dejó ver una sonrisa tras los nubarrones que tenían ocupado al príncipe haciendo cucamonas y tonterías para compensar ... el principe marcó una muesca más en el revólver: había vuelto a ganar.
Pasaron así dos semanas en las que oficialmente el príncipe cuidaba de su princesa como el mejor tesoro del mundo, y, sin embargo, la princesa se cuidaba solita sola, para no variar, no sólo había aprendido a echarse las gotas a sí misma, no sólo había aprendido a vestirse, ducharse, acicalarse, peinarse y moverse por su casa como si viera perfectamente: hasta había aprendido a mantener el castillo en orden y a cocinar para su príncipe a ciegas. Sin proferir un sólo quejido. Sin recibir una sola disculpa. Y todos felices y contentos.
Lejos de compartir sus logros -los de ella- con el mundo, los calló bien callados sabiendo como sabía que sus logros eran las derrotas del príncipe, quien decía que las cosas no sucedían realmente hasta que su princesa del alma las decía en voz alta habitualmente (algo que aún hoy retumba en sus oídos recordándole cuantísimas veces calló precisamente por conocer ese pensamiento principesco). Asique la princesa calló, una vez más. Y se dejó engañar con peluches y besos y hasta fines de semana fuera pese a no ser regalos para ella que no veía, evidentemente, pero la verdad era tan dura y tan cruel que prefirió seguir engañada, aunque doliera como dolía de la forma más inmensa. Fue la primera vez en más de doce años que sucedía algo que la colocaba a ella en el number one de la lista de prioridades, y fue la primera bofetada que le arreó el príncipe: no obtuvo su primer puesto ni de lejos, quizás porque nunca ella había sido antes una prioridad ni para ella misma, asique ¿porqué habría de serlo para él?
El cuento continuó y continuó otros tres años llegando situaciones infinitamente más adversas que una operación de la vista a estropiciarle la vida a la princesita, exigiendo un primer puesto indiscutible en la lista de prioridades del castillo que nunca llegó .... estoy pensando que no, que "no be continued", que vamos a pegar un salto que te cagas y llegar al punto en que a la princesita se le inflaron los cojones. Es más que probable que no sea feliz y tenga demasiadas carencias pero hay días como hoy en los que llora leyendo otro cuento con otra princesa tonta de capirote que se quiere a sí misma tanto como a los gusanos de la patata, y hace memoria, y se vuelve loca sabiendo con exactitud meridiana lo que esa otra princesa siente y piensa. Y le dan ganas de arrearle con todas sus fuerzas un chute de adrenalina que la espabile que pa qué.
Pero sólo le sale contarle un cuento.
(Para MALE)
El cuento de la princesita masoca© Glauka 2007
Etiquetas: MAR DE FONDO, PORQUE SOY HEMBRA
43 Comments:
Princesas de pacotilla, príncipes de tercera, mujeres que no se quieren y se buscan en ojos ajenos para quererse, promesas rotas que las rompen en mil pedazos, reconstrucciones eternas, a medio camino de la muerte. Dolor, lágrimas, ojos que no tienen vida, se la robaron aquellos que emulaban a los príncipes, grandes y nobles ellos, de los cuentos. Vidas que se acaban, que resucitan, sentimientos que ahogamos, para que no nos maten, y vuelven para recordarnos que no los vencimos. Tontas de capirote, muchas, luchadoras de justicias que tienen resultados insípidos, eternas buscadoras de la verdad, esa coloreada que ansían, y que nunca llega, porque la vida coloreada, tiene que partir de la princesa coloreada, y hasta que ella no se quiera, no se coloreará. Y cuentos, y blogs que se abren y se cierran, y vidas que allí mueren, y que van a dar a otros cauces menos hermosos, y mas salvajes, nos asilvestran, nos mancillan, nos pueden...
Te comprendí desde la primera palabra, ayyyyyyy, y qué grande eso de callar los logros, pues ellos son nada sin su oda que parte desde nuestros corazones de estúpidas amaestradas....
Hermanada quedo contigo, ya lo estaba. Ahora mas todavía, con cada post que escribes me doy mas cuenta de que en el fondo, somos iguales, dos locas que buscan la ecuación perfecta a una vida que no la tiene, pero seguimos en nuestro empeño de encontrarla....
PARA GLAUKA, que cómo yo, abandonó un día un castillo, y fué lo suficientemente lista cómo para no montar otro y dar de comer a príncipes descoloridos con barba de tres días.
GRACIAS, CHURRA Y TU, soléis hacerme siempre poesía... y la poesía, soís vosotras....
Un beso fuerte, Glauka, seguimos en contacto. Yo no cierro, pero si me ausento.... no quiero que la tristeza emborrone mis cuentos de loca perdida en la vulgaridad de una vida que no elegí y me atrapó precisamente por eso, por ser vulgar, corriente, a pie de calle... así fuí y seré yo siempre, una buscadora de realidades vulgares a las cuales se sacar mi partido correspondiente...
Un besazo, guapa, te debo una bien grande¡
Y el "príncipe" que no se sienta aludido en un cuento parecido, en algún momento de su vida, que lance el primer comentario... (Éste, lógicamente, no es un comentario)
Estos cuentos con moraleja, implícita, que sirvan a todas las princesas que andan ciegas por el mundo.
Gracias Glauka!
Glauka: vos sos una verdadera reina, nada de princesa! Mirá que hacerle este "homenaje-cuento-mensaje-etc.etc.etc." a nuestra Male, en lugar de gruñir como yo, que me quedé sin qué decir!!!
Sos la hostia! (así de cortar y pegar que queda la frase "internacional"). No sé que palabra usar en mi vocabulario, porque ya me contagio con la fuerza del de uds...
Vos, y Churra, que también le ha dado post!.
Glauka, te admiro por el coraje, el buen sentido, la buena leche y toda tu transparencia en este post.
Como dice Letra arriba mío, que la ceguera al menos no se cronifique!
Besos, besos, besos!
Bonita muestra de amistad Glauka.La Male se lo merece todo.
Un beso
Siempre dije que los príncipes azules destiñen una barbaridad con el paso del tiempo y que las princesitas más valdría que hablaran de sus necesidades y de lo que sienten en lugar de guardarlo en los cojones (que al final se hinchan en exceso).
El cuento este me suena haberlo leído alguna otra vez...y es sospechosamente parecido al de la Cenicienta exigente y egocéntrica, que convierte al muchacho en un vasallo de sus vaivenes emocionales y al final le regala el zapato al primero que pasa por delante de su portal.
De pequeños creemos que la vida es sueño, de mayores sabemos que la vida es un cuento...
Un besazo, gracias por regalarnos la fábula fabulosa.
:-)
PD: qué me has hecho de cenar? ah, que no? que se te pasó porque estabas escribiendo? que no te toque los ovarios que me arreas con la cola? Como para ser príncipe de los mares...
:-P
Nunca me he alegrado tanto de no ser princesa ......
Estupenda fabula .¿Cuanto tiempo me dices que se tarda en que a una princesa se le hinchen los cojones ? ...
Besos sirena, con un par (y telepatico )
MALEFICABOVARI: Pues eso, mi niña, que en los demás lo vemos claro y cristalino porqu8e no nos enturbian nuestras necesidades de afecto, nuestra necesidad de valorarnos en cunato nos miren bien los ojos que tenemos al frente, pero cuando somos la princesa del cuento ¡ay! entonces aparecen cristalitos de colores a través de los cuales mirar con una facilidad pasmosa.
No la quería ni un carajo, el príncipe éste a su princesa. Lo que sucedía es que eso sí, no podía vivir sin ella, porque ella era la resuelvetodo, alegría, y afecto total y absoluto de su vida. Y eso era a lo que quería, a essas sensaciones que ella le proporcionaba. Vale, amamobs eso que nos da alguien, pero cuando es amor tamibén queremos darle todo eso ¿no? y nos preocupa su sentir y sus problemas y su vida, no salimos corriendo cuando se encuentra mal, menos cuando se trata de una operación de la vista o que le han sacado una muela ;9, que son cosas tontas del todo. SI pasa eso en algo simple ¿qué pasará cuando el problema sea de los grandes? La princesita masoca, dado ese masoquismo, tuvo la grandisima suerte de comprobarlo a los 3 años de este capítulo, y te aseguro que entonces es mucho peor darse cuenta de que no te quieren.
Asique te me pones las pilas desde ya mismo, y aguantas el monazo que sin duda tendrás, vaya que sí .... y te irás recuperando.
Y me haces el favor de no poner datos obvios en tu blog que hagan que to quisqui te lea joder, que luego tienes que abandonar el barco!!!!
Todos los besos.
CURROCLINT: A ver ... claro que todos fallamos en ocasiones a las personas que uqeremos, pero een pequeñas cosas, solucionables, salvables, digo yo ... y no me hagas esto, que termino dándole la vuelta a la tortilla como me hacía hacer el príncipe (destronado a día de hoy) del cuento joer!!! Sólo te diré una frase: "Me voy a correr porque no soporto mirarte a la cara y saber que sufres, aunque no digas nada, no soporto verte sufrir, por eso me voy". (Traduzco: Necesito a mi princesa alegre como unas castañuelas de manera constante aunque se hunda el mundo, aunque se muera su familia, aunque su padre desaparezca del mapa, aunque su tía se quede ciega, aunque su mundo desaparezca ... yo necesito de su sonrisa para que el mío siga en pie)
LETRAS: Demasaida princesa masoca o tonta del bote me temo que hay sí, que aquello de que hay que sacrificarse por los demás que nos enseñaron de pequñas ... no hay manera de sacárselo de las entrañas!
EL NOMBRE: Pues esso, que si se es consciente de ser pelín cegata ya se empieza a ver mejor ;) ... y cuando leo a Male es cuando aprendo de mí, curiosamente, y veo mis errores pasados en muchas ocasiones y me tiro de los pelos porque, ya sé como termina el cuento, y Male vuelve y vuelve a pegarse el piñazo y dejarse lastimar, y no puede ser.
CALMA: Sí que se lo merece todo sí, la pena es que lo busca en la persona que no puede dárselo porque no va en su forma de ser el dar nada.
HYKU: Conozco alguna Cenicienta como la de tu cuento, pero la verdad, he de decir que la historia se da más con príncipe hijoputa que princesa hijaputa ;). Lo que tienes que hacer, eh, es contar tu historia tú, que yo con la mía ya tengo bastante como ves jajajajajaajja!!! Ya lo sabes: o blog o comentario larrrgo explicativo.
CHURRA: Telepático tía sííííí!!!!!! Pues mira, tras el primer ostión, que fue el del cuento, esta princesa tardó unos 3 años, y creo que hubiera tardado bastante más de nos ser porque se le tambaleó todo su mundo, en poco tiempo de una manera bestial y claro, el principe no estaba a su vera por aquello que ya he dicho de que no soportaba verla o saberla sufriendo, asique prefería irse lejos de ella para no perder su concentración, que la necesitaba todoa para seguir adelante con su vida, y claro, compartiendo con ella las desgracias que le tocaba vivir pues sufría él y se resentía su vida ... gracias a lo cual se fue todo a tomar vientos, menos mal, que si no, igual seguía ahí, convencida de que eso es lo que hay que hacer: sembrar y sembrar y volver a sembrar ... aunque nunca recojas porque se te coman la siembra los buitres, seguir sembrando.
Parece que la cantidad de 15 es una cifra común para poner el castillo patas arriba y mandar al principe con su caballo fuera de reino (por no decir a hacer puñetas), me sumo al clan de las princesas que se quitan la corona hartas de sostener tanto peso, un peso que nisiquiera corresponde al cargo de princesa consorte.
Besos destronados.
Las niñas ya no quieren ser princesas, los pajaros visitan al psiquiatra.
Pongamos que hablamos de cualquier lugar, no solamente de Madrid.
Besos
Si por lo menos haber sido princesas como la de tu cuento, nos sirviera para no protagonizar ninguno más de ese estilo, nos podríamos dar por satisfechas.
El problema es caer una vez, y otra...
Como decía más arriba mi querido Mikel, los pájaros deberían visitar al psiquiatra más amenudo, porque, a diferencia de lo que él ha escrito, a las niñas nos gusta seguir siendo princesas. Por supuesto que sí. Pero princesas de cuentos con final de "fueron felices y comieron perdices" y todas esas mandangas.
Te felicito GLAUKA por este regalo tan bonito que le has hecho a Male y me encanta saber que saliste ya de tu propio cuento. FELICIDADES.
Mil besos y uno más,
No soy nadie para opinar, por que hoy he conocido a Male, como la llamáis cariñosamente, a traves de Churra.
Tampoco te conozco mucho Glauka.
Pero el cuento me parece de lo más real. Por desgracia nos “educaron” para ser princesas y creer en “príncipes azules”
La realidad es otra, ni nosotras somos princesas ni ellos príncipes. Cuando asumes eso, tal vez se puede encontrar la felicidad. Tal vez podemos ver la realidad.
Y el amor es amor, pero no ciego ni tonto.
Lanzo mi mano a HYKU por que también hay hombres que se creen príncipes y que caen en manos de brujas disfrazadas de princesas.
Hay de todo en todas partes.
Lo importante es darse cuenta pronto, no cerrar los ojos y ver la realidad por dura que sea.
Amarse a uno mismo por encima de cualquier otra persona, esa es la manera de no equivocarse. De no encontrar a príncipes o princesas que resultan ser ranas.
La felicidad esta ahí, solo hay que saberla ver.
Un beso a todas y a todos.
Basado en hechos reales, of course, aunque cualquier coincidencia con personajes vivos, muertos, ciegos o videntes es pura coincidencia.
Yo por eso me quité de príncipe y me hice torero. Más arriesgado, pero más democrático. ;)
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Qué placer sumergirse en tus mares..., siempre.
:) KisxxX
Y un dia barriendo el suelo de su alta torre, escucho una vocecilla que se cagaba en to lo que se meneaba:
-Mas cuidao coño, que ademas de ciega y apaleada estas muy torpe!!!..
- Yo antes era una princesa feliz, ahora soy una princesa triste. No pretendía aplastarte hermosisima cucarachita.
- No me hagas la pelota y hazte un favor..corre!!!
- Estoy ciega y me golpearé con todo lo que encuentre a mi paso en la desbandada.
- Vale ciega si... pero sorda no. Y aunque la vida va de jodienda..aun me queda algo de voz.
- ¿¿¿Dices de guiarme???...
- No jodas!!!!..yo solo disparo en la salida!!!... el resto es cosa tuya..y desde lejos puedo guiarte al principio...
- ¿¿Y despues???
- Despues, ... ten cuidado cuando barras el suelo...
- Tienes cerca el boton de la salida???...
- aqui, en la entrepierna.... preparada?
- si
- lista??
- no
- Yaaaaaaaaa... pummmm!!!!
Y la princesa salio corriendo ..golpeandose con todo a su paso.. recibiendo dolor... pero solo al principio... despues sus ojos se fueron curando... siguio con los tropiezos pero ya muy lejos de aquel qu ele producia daño...!!!!..y dolia meno...
LA cucarachita le fue guiando..pero poco.. que bastante tenia con aguantar la vida propia con todos los lios del mundo que guardaba en sus bolsillos...
Una mañana se acerco un poco más. La princesa la reconoció y sonrio. La cucarachita hizo lo mismo, chasqueo las antenitas en actitud de despedida y se dio media vuelta para alejarse para siempre... Aprovecho una rendija de la pared bajo la lavadora para salir de alli... y entonces la princesita escuchó el eco de su voz por ultima vez:
- ¿¿¿Sabias que las cucarachas macho tenemos 7 penes reproductores??
PD... post largo ergo respuesta flipadaaaaaaaa!!!!... y tampoco os fieis de las cucarachas..que no son 7 penes..SON 9!!!!
Besos y versossssss...sirena Glaucaaaaa!!!!!... y sonrie coño que te estoy besando!!!!..jejejeje
MONTSE: Pues sí, el 15 fue decisivo, 15 años y 4 días para ser exactos ;). Pero costar costó lo suyo eh???? Y las secualas aún siguen por ahí ...
MIKEL: De donde quieras hablamos corazón, que esta historia se reipte en diversos escenarios, debe ser la obra más representada de la historia.
APRENDIZA DE RISAS: De eso se trata, de al menos, no caer en lo mismo una y otra vez!!! Hay que aprender la lección, una y no más que se dice.
SAYURI: Es verdad que Hyku nos recuerda que existen situaciones a la inversa Sayuri, claro que sí. Pero no me negarás que el porcentaje es menor, y vale, aun así, hay que decirlo bien claro, que sí, que lo hay.
Pero la protagonista de este cuento, por la razón que sea, porque le apeteció al autor/a del cuento ... es mujer, es princesita y el malo del cuento es un príncipe, y es lo que hay, este cuento es asin!!! jajajajajaja!!! De ahí que empuje a Hyku a escribir su cuento, ese en el que él está pensando.
ADULTER: jajajajajaajajajaja!!! Eso es, tú lo has dicho ... pero de torera no!!!, no no no y no!!! Que estoy un "poco" en contra de esa mantanza de bichhhosss que es una corrida de toros!!! A mí las corridas me gustan de otra índole! ;)
MAKTUB: Me alegro de que te lo pases bien reina.
EL MURMULLO DE LAS CUCARACHAS: Diosssssss!!!! Mis cucasssssss!!!! Eráis vosotras aquellas cositas negras que ví en una ocasión moverse antes de tirar de kukal aerosol entre lagrimones tras la despedida del príncipe??? Menos mal que con los lagrimones no he debido acertar y conseguísteis salvaros joer ... y volvéis ahora a ver qué tal me ha ido ... hombre, muy bien igual no, a qué engañarse, pero vamos, que al menos no tengo un vampiro susccionandome la vida cual vulgar garrapata ;) ...
Besos superdotados, que no es por nada, pero dicho así, dais hasta un poco de miedo (¡nueve!) ... ummmmm pero qué rico está ese beso por diosssssss!!!!!
Espera, espera... que esto hay que masticarlo.... momentico, que se me ha encendido una lus y agora vuervo con argo... que... a ver si encuentro...¡leñe que sucio esta este tipi que no encuentro las palabras!!!!.......
a mi de lo que me entran ganas es de arrearle con un canto en toá la cabeza, al principito este de pacotilla (y al de MALE también)...
impresionante y como siempre solo podia salir de ti sirena.
y esa princesa que cambie de cuento que aquel ya duro demasiado.
Brillante parábola, sirenita. Y aún mejor el gesto.
Yo no he tenido ocasión de cruzarme con Male, pero con tres o cuatro nombres que hos hermanáis con ella tengo más que suficiente.
Terco dilema el de las dichosas perdices, desde luego. Quizá habría que preguntar a las ranitas, que saben mucho de eso.
Un abrazote.
¿Hos?...
Bueno, un resbalón cualquiera da en la vida.
Borradlo, please.
Desde luego, cuesta creer en un "...y vivieron felices y comieron perdices.", el final de este cuento ha de ser necesariamente ..."colorin, colorado, este cuento se ha acabado".
Glauka, que generosidad y que gran abrazo acabas de ofrecer a Male.
Me has hecho sonrojar y he llegado a sentir vergüenza por lo egoistas que llegamos a ser los herederos a una corona. A veces olvidamos con mucha facilidad el caracter puramente ocasional de tal condición, el hecho de que accedamos a la sucesión sin necesidad alguna de mostrar merito alguno para ello.
¿Se puede renunciar a la linea de sucesión? ¿Es posible convertirse en el bufón y trovador, amante clandestino de una princesa que no nos corresponderá nunca por meritos? Si acaso, quisiera ser el noble caballero de la corte que da su vida por el honor de su princesa amada.
Gracias por tan hermoso y sincero cuento.
A veces nos metemos en cuentos de princesas y todo eso, y es que nos han contado tantos cuando eramos pequeñas,con aquellos finales felices; que nos los creimos.
Inocentes criaturas felices.
Pero despues de muchos principes y batacazos llega la verdad verdadera que no está escrita en historietas, la de que somos REINAS y como tales hemos de tomar decisiones tristes y recuperar el mando de nuestra vida .
Para todas las reinas y princesas que comparten/compartimos sinsabores.
Un abrazo
JUDAS: jajajajajajajja!!!! Piensa piensa qué decir ... no te lo creerás pero esta es la versión light del cuento cuando se lleva a la realidad ;).
BRIE: Hombre, a mí también a ratos no lo negaré ... pero en realidad la culpa es de la princesita masoca y de la princesita Male ;) por perder su tiempo y su afecto donde no se lo merecen. Ellos ... ellos se pierden mucho más de lo que se imaginan tan siquiera (y ya no hablo de las princesitas en cuestión, que también ) hablo de todo ese mundo de emoción y sentimiento que ellos no viven porque están como autocastrandose dicha facete humana usando sólamene el egoísmo para vivir ... en honor a la verdad he de decir qeu el principe de la princesita masoca lo sabe, es consciente, al menos de esto, y algo que le dolía pero no evitaba era precisamente ese vivir sin emociones ... ahora las encuentra en el snowboard, el surf, los viajes en solitario por el mundo, adquiriendo lo más úlitmos de la tecnología móvil o mp3 y hasta en zapatillas de correr que "chivan" datos de las calorías y demás importantísmos al parecer, en las cremias más caras del mundo para su delicadita piel, la ropa deportiva más cara del mercado para llamar la atención en el gym ... esas son todas sus emociones, asique no hace falta que diga yo nada no????
BASQUIAT: Lo que no sabe la princesa Male y poreso le ando yo azuzando es que, cuanto más tiempo pase en el castillo llorando y quejándose, más difícil será que lo abandone, porque terminará por creer que eso es lo normal cuando no lo es, y terminará conformándose con eso proque es más que nada, cuadno tampoco es real, porque con "nada" al menos no hay un sujeto activo hiriéndote o metiéndote los dedos en los ojos.
MISANTROPO: Cosas del tecleado ya sabemos todos jajajajajaa!!!! Pues sí señor, la Male es genial, sólo que todo lo que tiene de genial, lo tiene de buena persona, y ya sabes que de buena persona a tonta no hay nada como alguien ponga el más mínimo empeño en aprovecharse de la buena persona. Un beso caballero!
K010T: Siempre decía que no entendía porqué algunos hacían cosas así, con lo fácl que es aquello de no hacer lo que no nos gustaría que nos hicieran y hacer todo lo que nos gustaría que nos hicieran ... fue cuando me dí cuenta de que había personas que jamás de los jamases se planteaban la existencia ajena en términos distintos a los de "apoyo ara mi propia existencia". Y esas personas nunca cambian, o al menos, no lo intentan siquiera.Yo quiero bufón trovador, mira, porque así es como se llega a príncipe y hasta rey en mi caso ... eso sí, con destitución si pasa lo que ya sabes ;)
ENTREMAREAS: Eso es: somos reinas de nuestro reino, y hay que tomar decisiones aunque nos cuesten la vida en el momento de tomarlas ... y dirigir dentro de lo posible hacia el "buen vivir" nuestra vida que es, al fin y al cabo, nuestro reino. Un beso, que tal y como lo has dicho, me lo voy a repetir 1000 veces para que se me quede bien grabadito, y debiera hacer lo mismo la Male.
Poco puedo decir, solo refrendar eso de que de princesa nada, que sois reinas de vuestros reinos, que sois grandes, que sois la leche y que la vida es así de jodida, que para estas cosas igual da ser rey que ser plebe y que con semejante homenaje, la Male debe de haberse desmayado de emoción.
Que grande eres, sirena!!!
un besote
A este cuento le falta algo por contar, y es que un día la princesa conoció a una sirena, que le dió un chute de algas marinas que le puso las pilas y, desde entonces, la princesa volvió a ser la reina de su propia vida.
Un beso muy grande para la sirena y otro para la princesa.
Que triste cuando nos queremos tan poquito, o tanto a ellos, que olvidamos aquello de "si no me quiero yo ¿quien me va a querer?"
Porque somos como somos, y manda cojones que cuando les beneficia un aspecto de nuestra forma de ser es cojonudo, y cuando no, es algo que debemos cambiar...
Estoy segura que llegará un momento en que serás feliz, y desaparecerán esas carencias... y espero que Male también lo consiga.
Un besazo y un fuerte abrazo.
Por que no hay principes deben dejar de haber princesas solo MUJERES.No he podido parar de leerlo y la verdad que ampco sé ni que decir, solo que MAle tiene un tesoro d amig ay qeu no debe olviar que la única joya de su corona es ella
Un besazo sirenaza
(Ya he vuelto de puente, pero no eh conseguido volverme a hacer latir y por ende a escribir)
Pues que le den por culo al Príncipe
(... no se me ocurre otra cosa...)
Por cierto, si la male sigue con su invento, coméntele que a ver si me invita, que resulta un placer leerla
Raros somos los tíos...
En fin
Sea usted feliz
eso es muy cierto, es posible acostumbrarnos a realidades inverosimiles por el simple hecho de tenerlas a la mano y tomarlas como normales por falta de decision que se va volviendo carencia de amor propio, el corazòn se va reduciendo haciendo cada segundo más dificil la huida.
mucha suerte a la princesa, muchos besos para ti.
La Princesa masoca un día se canso de serlo, se puso el mundo por montera y que le den al principe. No fué facil, ni sencillo pero seguro que fué lo mejor que pudo pasarle.
Besos.
La de veces que habré pasado a leer tu cuento y los comentarios, mi querida Glauka, sin saber qué decir. Asentir y asentir ante muchas opiniones que han surgido antes que la mía. Que está todo dicho, que menudo regalo has hecho a Male, que seguro que lo lee tropecientas veces como yo y le ayuda; que Enlaoscuridad ha acertado un pleno con eso de que nos olvidamos de querernos. Si acaso cabe decir que, con suerte, aprendemos, a ostias, pero aprendemos y luego, no nos conformaremos y que un "creí que te tenía segura porque... a dónde ibas a ir?" no hace más que reafirmarte en la posición de salida porque quedarse... sería quererse muy poco y aceptar que acaso puedas ser un saldo. No Glauka, ya no eres princesa, eres toda una sirena, no lo olvides nunca. Tampoco yo pienso olvidar que me convertí en Lludria y por qué. Un besote cálido con sabor a océano...
Waaaooo. Expresaste una idea muy claramente, todos lo entendimos a la perfección. Qué suerte tiene Male que le explican tan lindo las cosas jejeje. Verdad es que a veces hay que estar afuera porque si no los árboles no dejan ver el bosque.
Saludos.
...Esto de ser princesas de cuentos infinitos...es lo que tiene, que una se cansa de que nunca haya un fin, por eso a veces hay que ponerlo.
besos Reina.
Hay príncipes que no merecen nada. Lástima de lo entregado, pero te quedó el ser como eres (y eso es cojonudo, mucho más que triste el resto).
Besos, dama blanca.
AHHH: Reinas, sí, con todo lo que ello conlleva: hay que decir que no aunque cueste, y hay que exigir aunque nos cueste. Y ojalá que con todos vuestros comentarios la Male aprenda, yo ya me he aprendido la lección ;) y aunque dificil de ser consecuente con las enseñanzas ya aprendidas, procuro practicar el "reinado" ;)
CARLOS: Ojalá fuera así de sencillo!!! Un chute de algas marinas ummmmm .... suena bien verdad??? ;) Un beso para tí corazón.
EN LA OSCURIDAD DE LA NOCHE: El problema radica en que llega un momento que ese amor que sentimos nos engulle, y pone por delante cualquier cosa por pequeña que sea de ese objeto de nuestro amor, y, casi siempre, no sé bien porqué, pero casi siempre ese objeto de nuestro amor lo utiliza subversivamente y nos hiere. Asique a controlarse tocan!
MARA: Con estar es suficiente bonita. Seguro que Male encantada de saber que la piensas ;). Un abrazo.
ZIFNAB: Eso, que le den jajajajaja (es que eso mismo le puse yo a Male en mi comentario en su exblog). Y no se preocupe el Sr Mago que ya se lo digo sí. Besos hechizados.
BASQUIAT: Sé que es difícil comprender cómo una persona, en este caso mujer, llega a determinados niveles -sin llegar a la violencia de genero- pero el caso es que se llega. Naturalmente no es de pronto, no, es poco a poco, tú quieres a alguien más que a tu vida (exactamente así: más que a tu vida) y mientras él sea legal todo irá bien. Pero sí él tiene neceisdad de aplastarte por algún motivo, de sacar de tí algo distinto al amor ... entonces ella se deja poco a poco, un día es el horario, otro es la cena, otro es cualquier chuminada de la tv ... y acabamos tal que así. Y no puede ser.
BELITA: Más o menos ;). Lo mejor que podía haberme paasado es que no me hubiera pasado lo que me pasó jajajajaja!!! sigo en esas, pero una vez pasado ... desdeluego fue lo mejor. Un beso.
LLUDRIA: En el momento no es que te quieras poco, o no lo vives así: es que le quieres más a él y claudicas en pos de sus intereses, hasta que llega un momento en que su interés en la barba de dos días es más importante que cualquier cosa tuya por importantísima que sea. Me gusta Lludria ;)
CYLLAN: Cuando estás viviéndolo puesto que es algo progresivo, te vas adaptando y no ves el grado que alcanza de "perversión" del amor ... hay que poner distancia y entonces es cuando te tiras de los pelos.
DULCINEA: Pues sí, a veces una tiene que tirarse de las orejas a sí misma y decirse "ya está bien"
Glauki: a mí me pasa parecido con tal princesa, creo que ella despierta todo eso justamente porque nos recuerda ESA parte que cada un de nosotras tenemos.
Yo pasaba a visitarte, y te dejo este beso inmenso...
Gracias por poder transmitirlo, GENIA!!!!!
AQUI EL APOYO MORAL PARA ESOS DÍAS EN QUE LOS PITILLOS TE LLAMAN: HAZ LO MISMO QEU CON EL PRINCIPE, SON EL MISMO VENENO, Y LAS CONSECUENCIAS, IGUALITAS. No dude ud en ponerse en contacto conmigo vía email, si desiste en su empeño de enterrar mecheros y paquetes de tabaco, yo la diré las medidas que debe tomar, y cómo a hostias, le quito yo el vicio, y seguramente, y conociéndome, le transmito yo otro... menos nocivo: beber fantas de limón. Parece un vicio sano... pero que me lo digan a mi, que ocupan la mitad de la nevera¡¡¡¡
HERMOS GLAUKA, aquí tienes sister de por vidaaaaaaaaaaaaa¡¡¡¡¡¡
Tas portao con la Male.
Pero, ¿de dónde los sacais?.
Definitivamente, en el amor, los chicos buenos nunca ganan.
Y que conste que yo si fui a la operación de la vista con ella, pero eso no cambia las cosas, ni en tu caso las hubiese cambiado.
¡Aja!...... ya lo tengo... unas palabricas para ese animo decaido de princesa que pasó por estas cosas... y para todas las que pasaron por esto... (te lo dejo en casa, que es muy largo.
AVATAR: Pues no sé yo si me tiene cuenta ser como soy ;) jajajajajaja! que ya ves lo bien que me va ... iba a decirte que habái recuperado todo lo entregado porque esas cosas no desaparecen por mucho que las des, siempre viajan contigo ... pero no, algunas cosas no vuelven nunca, acabo de recodar alguna de ellas. Un beso.
EL NOMBRE: Pues a vomitarlo todas se ha dicho, que no ganamos nada con callar y seguir en las mismas ;). Un besote para ti.
DELIRIUM TREMENS: Aquí sigo sí, cual jabata ... van, si completo el día de hoy, catorce días ... a ver con qué ganas me levanto mañana, que te aseguro, bueno, creo que algo sabes;), no he podido elegir peor el momento para intentar dejar de fumar. Te iré contando.
CABEZOTA SIN REMEDIO, CORAZÓN ENORME: Si venir vino, rey, lo que no hizo fue conocer la existencia de un postoperatorio que requería algunos que otros cuidados ;).
La Male es mucha Male!!!
JUDAS: Tu cuento es mucho mejor, dónde va a parar jajajajaja!!! Un abrazo agradecido para vos caballero.
Me encantò!!Ahora,porque serà que preferimos ser princesas y no reinas?Porque serà,esa,la imagen del amor y el candor?Esto es una pregunta que me sale ahora,eh?,ni yo se bien porquè.Un beso
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