15.2.06

14 DE FEBRERO, HUYENDO DE SAN VALENTÍN

Me escondí de San Valentín a las 12 de la noche, en una comisaría. La compañía de delincuentes juveniles repele al santo del amor lo suficiente como para que allí no me buscara siquiera. Así empecé el famoso día 14 de febrero de 2006, escondida entre mugre social, y escoltada debidamente por el Cuerpo Nacional de la Policía, quienes me protegieron de las flechas del angelito en cuestión, que hay que tenerlos cuadrados para atreverse a lanzarme flecha alguna en una comisaría, a ver si le abaten a tiros.
Continué mi recogimiento el resto de la noche, entre mis sábanas frías. No tuvo valor para acercarse a mí, no fuera que le escupiera como poco, que no está mi corazón convaleciente en condiciones de que le agujereen flechitas, ni juguetonas ni no juguetonas, porque todas, absolutamente todas las flechas, hacen pupa, y con la pupa, sangre. Y la necesito toda, hoy por hoy.
Tuve la suerte de que la mañana del catorce continuaba mi guardia, en sitios tan poco propicios al amor como los juzgados o la comisaría, así que continué mi huída del santito de las narices, porque no le gustan esos sitios, no son todo lo románticos que a él le gustan los escenarios para disparar su flechas, a él le gustan las playas a la luz del atardecer, las noches de luna llena, las cenas románticas a la luz de las velas, y en los juzgados ... como que no.
Tuvo un leve intento a eso de las 11:30, debió pensar que bien podía hacer un acercamiento vía sms, que la tecnología también pueden ser usada por el Amor en lugar de flechas, y allí, en el juzgado de Instrucción nº: 2, con el detenido explicándome lo inocente que era de los hechos que se le imputaban, intentó acercarse a mi corazón con un sms: “En 15 minutos tendrás 20 tunos con flores cantándote clavelitos jajajaja! No corras, es broma ;)” Menos mal que sabía con quien trataba y anunció que solo era una broma. Pero me sacó una sonrisa, casi ablanda esa piedra que tengo por corazón resistente a flechas y a anuncios empalagosos.
De vuelta en mi despacho un mail intenta ablandarme de nuevo, alguien se acuerda de mí: “te echo muchísimo de menos!!! Ya, ya, ya sé que no me crees, pero yo digo la verdad” (eso dice, ummmm, decido creerle sobre la marcha, es más reconfortante) y no es ni la policía ni las funcionarias de los juzgados de esta ciudad, me saca una sonrisa de esas que te dejan lo suficientemente boba como para que el angelito dichoso, de encontrarse cerca, logre su objetivo, y ¡zas!, herida de muerte o, dado el callo que tiene mi corazón actualmente, como mínimo lesiones de esas que dejan secuelas ... pero el “busca” suena saliendo en mi busca, y nunca mejor dicho, colaborando en mi huída desenfrenada de los dardos (porque en mi caso sólo pueden ser dardos) del amor dichoso. Con la policía urbana protegiendo mis espaldas del Cupido de marras por si acaso, un niñato que declara que todo lo que dicen en esa denuncia es verdad (extraño, pero declara que todo es cierto), veo en su expediente que Cupido no lo hizo precisamente bien con sus padres, que el efecto de la flecha no duró demasiado tiempo y hoy anda solo por el mundo con diecinueve años, después de que las instituciones le abandonaran a su libre fortuna (o infortunio) tras alcanzar la mayoría de edad ... al despedirse me dice que tiene que ir corriendo al Corte Inglés a comprarle algo a su novia, añade al ver mi cara escéptica: “Es lo único que tengo en el mundo” y me parte el alma, ni angelito ni leches, me parte el alma este crío de mirada tristemente profunda ... “díselo como me lo has dicho a mí y el regalo te sale de gratis.” Y Cupido debe estar usando su voz para continuar reblandeciendo mi corazón, porque me dice: “abogada, eres buena gente, me miraste de una forma especial ahí dentro, tu novio es muy afortunado”. Ganas me dieron de besarle en los morros, más que nada porque con lo de “tu novio” me estaba quitando un montón de años de encima, resta que luego remató considerando que aquí, la menda, llevaría poco tiempo en ejercicio, que soy muy joven.
Menos mal que me fui a mi casa a comer, que un día a la semana hay que comer sano, es decir, de los tupers de mamá ;), viendo en la tele (porque paso de comer en la cocina viendo los azulejos como Nicolás) a la sustituta de la Igartiburu, que estaba de celebración, para eso es la reina de corazones ¿no?
Continúa la tarde sin sobresaltos, bien protegida por mi empresa que colaboró en esto de la huida del angelico cargándome de trabajo, y así, parapetada tras un montón de papeles, cuando ya ni me acuerdo de que hoy anda un santo por ahi tirando flechas a diestro y siniestro, me llegó por el teléfono la voz de "mi otro yo que ya no lo es" durante unos largos veinte minutos que Cupido aprovechó para recordarme qué bien se está cuando alguien te apoya, porque el muchacho llama porque quiere saber cómo va ese asunto mío que me preocupa, y cuando le informo, él reacciona como lo habría hecho cuando aún era mi otro yo, y yo, sin darme cuenta casi, también, y saco la lengua a pasear, y hablamos como si fuéramos aún "los otros yos" del otro, me apoya con la misma virulencia, y para cuando me doy cuenta de que Cupido está jugando con algo más que flechas, ya me he emocionado indebidamente, ya estoy blandurria del todo, y rápidamente cuelgo el teléfono. Y lloré por ese tema que me preocupa, porque era eso lo que me hizo llorar a eso de las 7:05 de la tarde, no los recuerdos de lo que no tengo que el santo del día había conseguido por fin sacar a la luz del todo gracias a la llamada en cuestión, no. Esas lágrimas eran porque estaba algo preocupada con ese asunto, no porque de pronto me sintiera estupendamente bien recibiendo calor real, afecto real, de alguien que sabe que soy fuerte y esas cosas no me asustan, vale, pero por si acaso, ahí está dando lo que yo no me atrevo a pedir nunca. Nada que ver mis lágrimas con que quisiera verme para animarme, ni con que amenazara con partirle las piernas a ese que me ha metido en este lío, no, qué va, ni con que inmediatamente recibiera un mail suyo confirmando nuevamente que ya sé dónde está, y yo, estúpida de mí, por necesidad, me lo haya creído por un instante, porque yo sé que no es verdad que esté ahí. Esas lágrimas no asomaron porque me sintiera en la más absoluta indigencia emocional, de que me urja que alguien me quiera, querer a alguien también, pero hoy casi más que alguien me quiera.
Hoy, sí. Día de los enamorados o de San Valentín o de Cupido. Pero también mañana y pasado. Y la semana que viene. Y el próximo mes. SIEMPRE. Eso sí que sería un regalo y no una caja de bombones o unas flores o un perfume caro o una lencería de esas que me gustan a mí.
Hazme un favor, angelito de las narices: métete las flechas por el culo.
Déjame en paz, hazte un cursillo de tiro, con aprovechamiento, y hasta entonces, olvídate de mí, que algo tienes tú que ver con esta callosidad ulcerosa del tres que recubre mi corazón.

Glauka

P.D. 1: Si sacas con aprovechamiento el curso de tiro y tienes el valor necesario para acercarte a mí, y además aciertas (que ya me encargaré yo de esquivar tus flechas, tenlo por seguro), oye, que si trae bombones o flores tampoco pasa nada ¿eh?
P.D. 2: Menos mal que papá noel y un león de plástico decidieron cantarme aquello de "Gavilán o Paloma" al terminar el día y sacaron nuevamente mis lágrimas de paseo, pero esta vez, acompañadas de risas. Gracias, otra vez.

(Dedicado a J. por partida doble)
©Glauka-2006 14 de febrero, huyendo de San Valentín

8 Comments:

Anonymous Anónimo dijo ...

Son las 0:22. Ya ha pasado todo. Respiramos hondo, cantamos Gavilán o Paloma, luego "sufre, mamón, que te has quedao sin la mejor chica" y "Deja que diga que no te pediré que me quieras mientras vivas, pero palabra de amor no daré".
Una vez cantado, a dormir, mañana será...voy a mirarlo, espera.
SAN FAUSTINO!!! Cuidado, que rima.
Besos, muchos besos, Glaukita. Descansa.

2/4/06 22:41  
Anonymous Anónimo dijo ...

Comer mirando a los azulejos (que, en realidad, son blanquejos tirando a grisejos por la mugre) da para mucho, entre otras cosas para meditar sobre las chorradas que escribo en el blog :-)
Y, de lo otro, pues mira, algunas se quejan de vicio, otros nos conformaríamos con que, al menos un día al año, nos llegara un puto sms de cualquiera...

2/4/06 22:42  
Blogger GLAUKA dijo ...

Anita: El "Gavilán o Paloma" fue mucho, créeme, hay juglares del reino que SIEMPRE me hacen reir, incluso cuando no saben que estoy pelín baja.
Nicolás: Dame tu móvil ahora mismo. Eso sí, no esperes más que sms ;).

2/4/06 22:42  
Anonymous Anónimo dijo ...

De vicio?? este hombre se equivoca de parte a parte, confundiendo la realidad con la ficción.
No es de vicio, no, pero no te voy a contar mis congojas en un blog, como comprenderás.
Tú lo que quieres es picarme para que te diga que te quiero, eh?
Bueeeeenoooo, vaaaaaleeeee, aprovechando tu "palillo" emocional, para que te espabiles un poco y te rías otro poco, allá va:
Nicolás, te quiero. Hoy te quiero de verdad, ayer no, que ayer era San Valentín.
Besos!!

2/4/06 22:43  
Anonymous Anónimo dijo ...

Hola Glauka !
Me gusta mucho tu espacio.
Yo tamb soy una sirenita jejeje
*Sirena Laia*

3/4/06 10:41  
Anonymous Anónimo dijo ...

q jodios los tunos esos si aparecen, al menos te sacaron una sonrisa.... pero estoy seguro que si hubieran aparecido los que se hubieran reido habrían sido los que tenías alrededor jejejeje. Un besazo morenita.

3/4/06 10:42  
Anonymous Anónimo dijo ...

Hola glauka, me alegro de que te guste Maná y de que te llevaras un buen momento viendo el videoclip, ya sabes que eres bienvenida en mi spaces...
ciao cuidate...

3/4/06 10:42  
Anonymous Anónimo dijo ...

Jajaja,supongo que ira a matricularse en el curso de tiro para afinar
la punteria el año que viene.
A mi lo de "Gavilan o paloma" me recuerda lo mucho que me reí viendo
"Los dos lados de la cama"...

3/4/06 10:43  

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