6.2.06

MIEDOS

MIEDO.

Hacía tiempo que no sentía miedo, así, a secas. Porque llevo muchísimo tiempo sintiendo miedos emocionales, de esos que te asaltan cuando temes que alguien determinado haga cosas que te aterrorizan, o esos otros miedos que te ocupan entera cuando sabes cuánto puedes sufrir y no quieres que se acerque a tí de nuevo ese sufrimiento, y lo ves merodearte, de cerca, rondarte en las visitas que hacen a tu vida personas del pasado, o ideas de lo que iba a ser tu futuro y no es. Esos miedos que te producen vértigo y mareos y hasta estrujan tu optimismo cuando echas a faltar la persona que eras, que podías ser, que eres y no hay forma de recuperar plenamente.
Esos miedos que de un sólo bocado engullen toda tu vitalidad y alegría cuando algo bueno comienza a sucederte y temes sufrir si lo pierdes.
Pero esos son miedos racionales, son miedos justificados, basados en un hecho real, consecuencia del dolor, lógicos si quieres, que sabes que irás echando de tu vida porque para eso siempre les has vencido. Sabes, porque lo sabes, que se han atrincherado en tu vida porque tenían el terreno perfectamente abonado para crecer cuando vinieron acompañando a aquel año que decidió joderte la vida. Y sabes que están empezando a tenerte miedo ellos a ti, que andan buscando otro hogar en el que sentirte a sus anchas ya, porque les has vencido en muchas batallas, y la guerra apunta a tu favor. Han visto como arrancabas una a una las malas hierbas con que pretendían echar raíces en tu forma de pensar, de vivir y de sentir que pensabas y vivías, y han dejado de ocuparlo todo, sólo surge de vez en cuando alguna semillita dejando paso a una de esas malas hierbas, una de aquellas que no arrancaste del todo sin darte cuenta.
Pero has sentido miedo, en estado puro, de ese que no puedes controlar porque no está en tu mano arrancar hierbas ni vomitarlo por el inodoro, ni sacarlo de tus adentros en forma de ríos de lágrimas.
Alguien que quizás sólo casi quiere llevarse tu cartera, y queda en un casi y en un susto, nada más, te provoca ese miedo con el que no puedes hacer nada de nada, ese miedo que curiosamente, antes de que estos condenados miedos que conoces tan de cerca y a los que estás ganando batalla a batalla te tomaran como su prisionera, no encontraban abierta la puerta de entrada a tu vida. No te asustabas tanto. No te afectaban así porque tu eras fuerte. Resolutiva.
Quizás no haya sido el miedo a que te hicieran algo, te robaran, te pegaran o te violaran o cualquiera de esas cosas que no puedes controlar, con las que contabas antes y a las que hacías frente. Quizás sólo esos miedos a los que crees estar ganando aprovecharon que el miedo real apareció requebrajando un poco tu fortaleza y no la vieron más gorda para volver a entrar en ti y trastearlo todo, como no hace tanto. Probablemente hayan sido ellos quienes te hicieron pensar que de sucederte algo nadie te iba a echar de menos en un par de días al menos, quienes te susurraron con sorna al entrar en tu casa que nadie te esperaba con los brazos abiertos para terminar de espantar de forma definitiva a ese minimiedo que te ocasionaba esa situación ajena a ti. Puede que fueran ellos quienes hicieron temblar tus manos al cerrar con llave la cerradura de tu puerta blindada al tiempo que inundaban tus ojos al agradecer tan exageradamente aquellas palabras amables de los policías, casi seguro que fueron esos miedos los que salieron de su escondrijo provocando que buscaras desesperadamente unas palabras amables en esa ventanita por la que dejas entrar en tu casa a gente para que te acompañe últimamente por las noches, porque tú no lloras por eso, ni permites que tus manos tiemblen por cosas así, ese miedo que apareció ayer noche no es de los que te quitan el sueño y esta noche alguien se lo llevó lejos.
Sí, va a ser eso, que estos desgraciados que yo creía ya medio agonizantes revivieron con el aroma a “miedo” que me regaló aquel canalla en el portal de mi casa. Y pensé en cuando sabes que estás solo. (
http://spaces.msn.com/glaukamar/blog/cns!43D90DB842B15456!599.entry) Hace dos años hubieras entrado en casa algo alterada, pero sólo un poco, y un abrazo de aquellos que no valorabas tanto como hoy porque no había escasez, te hubiera dejado como nueva borrando toda alteración de tu cuerpo. Pero ayer deseabas ese abrazo más que nunca quizás porque sabías que no había ninguno en casa esperando por tí, porque hace ya ni recuerdas cuántos meses que nadie te abraza.
Pero a estos miedos los conozco, y sé con qué cartas juegan, ya somos viejos conocidos. A éstos se ganarles la batalla, ya lo he hecho antes. Puede que me hayan recordado que la victoria final está un poco más lejos de lo que yo pensaba, pero no consentiré que me engullan de nuevo, ni hablar. No debí creer que ya estaba todo ganado, debía recordar que aún estoy convaleciente y es fácil dejar que las bacterias y virus se instalen de nuevo, pese a lo poco que me gusta a mí eso de ser compasiva conmigo misma. Volveré a ser yo, así que ya se pueden ir poniendo las pilas. Ya saben como me las gasto cuando decido resistir. Ya saben que quiero ser la que no les conoce. Y voy a olvidarles, vaya que si lo voy a hacer. Tienen los días contados.
©Glauka-2006 Miedos

Etiquetas:

6 Comments:

Anonymous Anónimo dijo ...

No permitas que un susto se confunda con el miedo. No dejes que se vuelva a instalar.
Finde completito, eh?
Besos, besos y besos

3/4/06 10:49  
Anonymous Anónimo dijo ...

Los sustos provocan ese miedo irracional que es imposible controlar,pero se queda en eso,en un susto,que no permitiras se instale como miedo en ti,espero que hayas logrado vencer ese miedo al igual que has ido venciendo el resto de miedos que querian anidar en tí.Eres fuerte.No lo pienses.Un besote.

3/4/06 10:50  
Anonymous Anónimo dijo ...

Hay dos clases de miedo: el miedo a perder algo, y el miedo a lo desconocido. El miedo a perder algo puede neutralizarse haciendo la lista de todas las cosas que se pueden perder (no sólo objetos, obviamente) y aceptándolo. El miedo a lo desconocido fácilmente puede convertirse en miedo existencial: en miedo al "no ser", a convertirse uno mismo en un desconocido, a que todo pierda significado... ése es el auténtico horror. Ante eso... bueno, no me gusta dar lecciones ni recetas, así que, tú misma...

3/4/06 10:50  
Anonymous Anónimo dijo ...

decia un sabio contemporaneo nuestro, algo asi... conviertete en aquello que temas asi desaparecerá , te haras mas fuerte y no seguiras teniendo miedo.

y si lo sigues teniendo, me das un tpque y organizamos un redada de miedos en tu casa y en tu mente que no va a quedar ni uno... jajaja

besotes

http://memoriasdeotto.blogspot.com

3/4/06 10:50  
Anonymous Anónimo dijo ...

no seas tonta ,los miedos nos invaden cuando nos dejamos,haz como yo cuando el miedo te invada deja que se adueñe de ti la locura,no es sano pero te defiende de mucho olvidate de los miedos dentro de ti misma y recoje los frutos de las caricias verbales de tus amigos.

p.d:tienes una entrada en mi blog inspirada en ti se llama tiempo ya te imaginaras que me la inspiro¿ok?

3/4/06 10:52  
Anonymous Anónimo dijo ...

Dichosos los fantasmas que nos acompañan muchas veces, y que cuesta eliminar de nuestras vidas.Fantasmas que son susceptibles de reaparecer al menor estímulo...
Hay que luchar constantemente contra ellos..No decaigas.

Besitos

3/4/06 23:17  

Publicar un comentario

<< Home

Powered by FeedBurner