6.1.08

Algún día, en la vida VII

Ian aplaude febril la presencia de su papilla de frutas y se agita nervioso esperando el primer bocado.

- Este pequeñajo, mal que me pese, es igual que su abuelo ¡jajajajajaja!! Con lo bien que podía haber salido a su padre, pero no, tuvo que salir al abuelo.
-Sí que es verdad, dicen que se parece a mí pero, en realidad, es a mi padre a quien se parece.

Acariciando los cabellos del renacuajo que chupeteaba la papilla de frutas de la cuchara que le acercaba Sol, sin levantar la mirada siquiera, la abuela rejuveneció ante la mirada de Luz de una forma asombrosa, quizás porque la voz había perdido años de pronto, o porque brillaba su mirada como sólo en ocasiones -cuando estaba su padre cerca, para ser exactos- veía brillar la mirada de Sol.

- Soñé una vez a Enzo así en mi vientre ¿sabes? - sin dejar de perder la mirada en el viento.
- Pues menos mal que no fue así ... - Luz ponía una nota de humor irónico del de su padre.
- ¡¡¡Jajajajaja!!! Pues sí que es verdad, sí, anda que, menos mal que no fue premonitorio aquello … Hoy no estaríamos todos juntos ...
- Igual sí que lo fue, pero te faltaron los años, Sol, igual viste a Ian creyendo que era Enzo en ese sueño.
- Demasiado hermosa la idea, niña, demasiado hermosa levantándose, le besa la frente a Luz - pero me la voy a quedar, que me ha gustado.

Sol prepara otra vez la bolsa. Ian está un poco caprichoso esta mañana, con lo que le gusta la leche -igualito a su bisabuelo- y prefirió la papilla, seguro que es su manera de celebrar los años del abuelo.
La satisfacción de haber hecho suya la idea de Luz, es evidente en su expresión, aún así no puede con la punzada que aún hoy día le viene al pensar en el bisabuelo del pequeño, aún sabiendo que las cosas entre ellos terminaron por adoptar la certeza final.
Leves instantes que suceden en cada uno, donde una alegría trae un recuerdo confuso por dulce y amargo a la vez. Sol sale iluminada por el día, por el soñar como verdad una fantasía de Luz, de quién sino, tan parecida a su padre.

- Deben estar abajo ya, vamos Sol -Luz cuelga a Ian del saco cruzado donde le lleva con todo el confort que puede esperar una criatura de su madre, en el seno que le alimentó.

Por la senda, el resto del grupo está alcanzando un rellano más amplio, por encima donde preveía Pablo desayunar. Debajo, las rocas planas esperaban a la familia. Pablo le muestra la pequeña capilla a Shilou, una formación cavernosa en la roca, donde apenas caben más de dos.

- Ahora hijo, ves con tu madre, voy a rezar.
- Ven Shilou, deja que el abuelo descanse.

Nunca fue Pablo de rezos en público, ni en privado, sí que fue de ruegos a algún Dios que suponía debíamos tener, pero nunca le rogó para que cambiase las cosas sobre su vida en favor de Sol, lo que sí hizo alguna vez, absurdamente, lo sabía, era rogar por ella, para ella sola, sin contar él.

- Qué vistas, qué pasada -exclama Mar al ver su nombre esparcido hasta lograr que el horizonte adopte la consabida curva que adopta por la esfericidad de la tierra. Saca fotos.
-Nadie va a entender nada de esas fotos Mar, solo saldrá agua -le dice la tía Yael.
- Deja a la niña que ya sabe lo que hace -llegando Sol a la reunión frente a la barandilla de troncos- y vigila a Shilou, está muy cerca del precipicio.

Yael hace una mirada de molestarle la sugerencia, no por ser Sol, sino porque siempre le parecido que las fantasías de su padre, de su hermana y ahora de Mar, eran como perder el tiempo. Lo que no entiende ella es porqué se casó con una artista de los más raros. Al final se sonríe mientras sujeta a Shilou.

- ¿Qué haces aquí, viejo ermitaño?
- Calla. Pasa y haz como yo. Arrodíllate frente a la Virgen y haz ver que rezas.
- Arrodillarme dices, voy a necesitar todo el día.
- No exageres.
- Ala, ya está. ¿Qué haces?
- Te esperaba.
- Muy atento.
- Si, ya sabes que lo soy. Quería estar un rato a solas contigo.
- ¿Me vas a meter mano ahora?
- !No seas sacrílega! estamos delante de la virgen.
- Seguramente ella debe tener envidia, precisamente por eso, por ser Virgen.

Pablo se ríe por ver cómo se han ido haciendo el uno al otro, por cómo ya eran así ambos y poco a poco el humor de uno se ha ido fundiendo en el otro hasta poder tomarles por sorpresa al verse reflejados cuando no pensaban en el humor.

- Te esperaba para decirte algo.
- Que misterios mi religioso señor. Si llevases sotana te....
- No es nada nuevo, sólo que me apetecía decírtelo primero a ti.
- El qué.
- Algo que ya sabes.
- Me voy a hacer vieja de verdad esperando tu discurso. Seguro que me vas a meter un discurso de esos que me entran tan bien, porque me gusta oírte hablar, de esos que ya no temo pero que me ponían siempre en alerta. Total, digas lo que digas me voy a quedar igual. Venga, canta carcamal.

Pablo hace rato que la mira sin moverse, de rodillas ante la virgen y sonriendo por debajo del labio.

- ¿Has terminado de prepararte? -le pregunta con ironía de quien la conoce.
- Si -cierra ella escueta de palabras, temerosa pues.
- Sol, Te quiero.

Las palabras de siempre, las que no hace falta decir, las que dirá luego delante de todos, pero en ese momento, a Sol la embriaga la emoción de saberlo, no sabe porqué tanto, puede que por cómo él la mira, como siempre la ha mirado.
Se le oprime el corazón a Sol y, temblorosa, le grita con la mirada que le ama más aún de lo que él cree saber, le acaricia la cara antes de arrimarse a besarle suavemente los labios, momento en que él, conocedor de las lágrimas que ambos se les escapan ya, no por la vejez, que pudiera ser, sino por la emoción juvenil que siempre les embargaba cuando se miraban tan intensamente, conduce la mano izquierda de Sol bajo su camiseta, junto a su corazón:

- Mira cómo me tienes, Sol, estoy desbocado, como si tuviera quince años, igual que si tuviera quince años.
- O cuarenta - maliciosa, hace memoria ella por los dos.
- La emoción no envejece ¿verdad Sol? Por eso tú y yo no envejecemos, porque dejamos que la emoción nos de la vida.
- Como sigamos así, no moriremos nunca entonces - bromea ella, secándole las mejillas- Decirte que te quiero ahora suena a poco ¿verdad? Serán desvaríos de vieja chocha ya, la demencia senil esa nos puede servir de disculpa, mira, para todos los que nos miran extrañados, pero te juro que ahora mismo estoy como entonces, no siento que haya pasado tiempo alguno, tengo la misma necesidad de meterme en ti con mi amor y desparramarme entera contigo. Te quiero Pablo, aunque suena a poco, mírame como me estás mirando ahora y nada más necesitaré para vivir.

Se besan. Pablo tiembla entre los brazos de Sol, cuya cara flanquean ambas manos de Pablo, ante las miradas atónitas, expectantes, de Luz y Yael, que espían a su padre, como han hecho siempre, para no perderse ni una de sus excentricidades.

-Y ahora me vas a tener que contar qué demonios hacemos aquí de rodillas besándonos antes esta Virgen -susurra Sol a los ojos humedecidos de Pablo - porque no pretenderás seguir aquí poniéndole los dientes largos a la Virgen ésta ...
- No, Sol, no quiero ponerle los dientes largos a la Virgen, no. Pero este sitio te gusta tanto ... te he visto entrar más de una vez cuando nadie te ve ... sí, no te asombres, te he visto, ahí sentada, he pensado que era el sitio perfecto para compartir contigo lo que voy a hacer luego, con todos esos que nos deben estar espiando de testigos.
- No entiendo nada Pablo, ya empiezas con tus secretitos.
- ¡Jajajajajajajaja! No mujer, no es un secreto … bueno, hasta ahora sí, lo era, pero dejará de serlo en unos minutos, en cuanto lo comparta contigo como quiero hacerlo, antes de que lo sepan todos.
- Me estás poniendo nerviosa Pablo, habla claro.
- Ya te lo he dicho: TE QUIERO.


(continuará)
Algún día, en la vida© EarthSea&Fire 2007

15 Comments:

Blogger @Igna-Nachodenoche dijo ...

Buena prosa Glauka.

Esperaremos....

Besos con salud para el 2008.

6/1/08 14:00  
Blogger Gi dijo ...

Quiero un Pablo!

6/1/08 17:39  
Blogger Belén dijo ...

Anda si que le ha costado si!!!!

jajajajajjajajaj

besosssssssssssssss

6/1/08 18:39  
Blogger Hyku dijo ...

No siempre dos palabras significan dos idiotas y dos tristezas futuras. A veces funciona, ya sea en la tierna adolescencia o en la apasionada madurez.
Habrá que ver cual es la respuesta a su sentimiento, aunque una cosa es segura, si se lleva una decepción en este caso, más que nunca, sabrá que por delante no tiene cien años que dure el mal...

Besos con espuma de mar
:-)

6/1/08 18:48  
Anonymous Anónimo dijo ...

IGNACIO: Otro que se apunta a la lista de espera ;). Un besote, que hacía mucho que no te veía por aquí.

LA LUZ: Yo tambiénnnnnnnnnn :(:(:(:(!!!!!

BELÉN: jajajajajaja!!! Ya verás la continuación, que a este Pablo no le cuesta decirlo no, por eso sorprende tanta solemnidad ;). Un abrazo hermosa.

HYKU: Ya veo que vais contagiándoos de eso que digo yo: "todo tiene su lado positivo" ;), viste??? hasta la vejez lo tiene jejejejejejeje!!! Un besazo guapetón!!!!

6/1/08 22:34  
Anonymous Anónimo dijo ...

la escena me recuerda una novela de galdós: miau, en la sale un cristo de la iglesia de montserrat que existe realmente y que es tal como lo describe la novela, la iglesia esta está muy cerca de mi casa de madrid

:)

abrazo, glauka, de verdad que espero que estés mejor

santi

6/1/08 23:00  
Blogger el nombre... dijo ...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

7/1/08 14:21  
Blogger el nombre... dijo ...

que inmensa verdad entremezclada en el relato.
la pasión hace que los años se detengan, al menos en lo que al palpitar se refiere.
me gustó la escena del rezo!

Estás descollando con tu prosa, sirena morena!

7/1/08 14:21  
Blogger el nombre... dijo ...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

7/1/08 14:21  
Blogger Dulcinea dijo ...

Vaya, vaya con Pablo...esperaremos sirena¡¡

7/1/08 22:50  
Blogger Basquiat dijo ...

aun sin tiempo para leerlos con la debida calma, un beso, ya vuelvo.

8/1/08 17:02  
Anonymous Anónimo dijo ...

Mucho saben estos dos ancianitos ... ¿será cosa de la edad? ¿Será cosa de esa emoción con la que han vivido? ¿Será que han tenido la suerte de encontrarse?

No siempre sucede que se encuentre uno a la horma de su zapato, parece que estos dos lo han hecho. Esa complicidad no puede echarse a perder.

Quiero creer que es una lección de lo que puede ser perder el tiempo, o mejor dicho, de lo que se han perdido por esperar tanto. Me gusta más así, como una lección, aunque ellos sean felices a esa edad, podían haber comenzado a ser felices mucho antes.

Yo no tengo tanta paciencia. Lástima.
O no.
O me encuentro con otro engranaje perfecto, quien sabe.

De cualquier manera: me has hecho pensar. Y mucho.

9/1/08 00:15  
Blogger Churra dijo ...

Pues yo estoy con anonimo, me gusta esa complicidad , ese amor que se tienen, pero esos dialogos entre ellos parece que van cargados de esa ternura que nace cuando ya se ha sufrido mucho y se ha perdonado mas.Podian haber empezado mucho antes, pero claro sirenaque la historia la estas escrbiendo tú.(¡¡¡es que me da una pena!!!!y no, no me consuela esa prole feliz, para nada.
Anda que no estoy yo peleona esta noche.
Un besazo

9/1/08 01:05  
Blogger GLAUKA dijo ...

AMOR: Me gusta que te recuerde escenas porque si algo tiene el texto es que trata de ubicar concisa y claramente, vamos, que lo veáis en vivo y en directo ;)

EL NOMBRE: Eso es, la pasión no tiene porqué terminar, o diluírse con el tiempo. Igual no es tan desenfrenada fisicamente hablando ;), pero existe igualmente, está ahí, sólo que se expresa de otra manera. Un beso.

DULCINEA: Pablo es mucho Pablo ;)!

BASQUIAT: Aquí seguirán las letras, no te preocupes que no se irán a ninguna parte. Incluso habrá más!!!

ANÓNIMO: Has ido a dar con la impaciente number one del mundo mundial amigo ... puede, puede ser eso que dices, una lección de cuánto tiempo se perdieron antes ... o no, puede ser también que tenemos muchas hormas para nuestros zapatos desperdigadas por el mundo, y cada una de ellas tiene su momento estrella. El de ellos dos está en esa vejez como ves.

CHURRA: Pues sí, para los impacientes (tal que yo) esta historia puede tener demasiado tiempo perdido en el camino ... pero la historia omite deliberadamente todo ese tiempo, quizás porque no era su momento, y la historia quiere contar sólo y exclusivamente SU MOMENTO. Y es éste.
Los diálogos tienen la ternura y el perdón del que hablas sí ... me da a mí que a esas edades, cuando se ha vivido, siempre se tiene ternura y perdón ;). Ya te contaré cuando llegué jejejejeje!!!! Un abrazo hermosa.

9/1/08 11:17  
Blogger Edanmir dijo ...

Ese par de palabras que gustan mucho mas decirlas cuando no hace falta que se digan, luego no las puedes callar.

9/1/08 14:14  

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