Hoy hace nueve meses que lo eres sólo TÚ.
No podía vivir sin planear otro viaje, sin tener la certeza de que iba a conocer otro pedacito del mundo, por chiquito que fuera, por conocer otros pensares, otras personas, otras luces, otros aromas, que me empequeñecieran a mí y al pedazo de mundo en que yo vivo, ese que parece ser el único mundo.
Necesitaba sentir lo que era capaz de sentir sólo cuando pisaba tierras lejanas, respiraba voces nuevas y olía sonrisas reconfortantemente distintas.
Necesitaba ver la luz vestirse de otra manera, culebrear entre otras ramas, estrellarse con otro calor.
Necesitaba tocar otras pieles, sentir otro mirar posarse en mi, entender palabras que no entiendo habitualmente.
Hoy TÚ lo eres todo.
Hoy echo de menos viajar, contigo.
Hoy echo de menos no haberte mostrado a los niños senegaleses descubriendo el perfume en mis manos, el sol sumergirse, una noche tras otra, caldeando el agua en el mar zanzibarí, subir juntos aquella duna en el desierto asfixiante, probar toda la comida especiada balinesa con los arrozales a nuestros pies, haberte bañado en todas aquellas cascadas costarricenses tan increíbles, o haber jugado con las mariposas azules como juegas con las pompas de jabón.
Hoy sólo me duele el sueño improbable de conocer otros pedazos de mundo de tu mano, mirando como sólo miran tus ojos.
Glauka 2009